¡Basta de callar el acoso sexual!
Hace unos 15 años, estaba yo bien pollita y me encontraba en mi primer trabajo pagado. En dicho lugar, habían muchos hombres. Los hombres del lugar me galanteaban, pero con distancia, viendo qué lograban, pero sin pasarse.
Había uno, que no me decía nada, pero yo lo sentía distinto. Sus miradas largas, el roce de su cuerpo. Él era peligroso y yo lo sentía pero ignoré las señales. Un día, él pasó por mi oficina y donde me vio sola, empezó a hablarme muy cerca, se me acercó más y me dio un beso en la boca.
Sentí su lengua en mis labios cerrados y me quedé paralizada. Él trató de abrirme los labios pero yo no tenía fuerzas ni para empujarlo, me sentía demasiado mal. Se fue porque escuchó los tacones de mi jefa venir por el pasillo, cuando ella llegó me encontró mal, paralizada y con lágrimas en los ojos.
Afortunadamente era una mujer fuerte que entendió rápido que ese que vio alejarse de la oficina me había hecho algo y se fue a la Gerencia a acusarlo. Luego de una investigación interna, fue despedido. Otras compañeras al igual que yo, habían sido víctimas de su acoso y ninguna había dicho nada ¡POR MIEDO!
¿Miedo a qué?
Yo en el momento tuve miedo a todo. En segundos me di cuenta que alguien puede acercarse sin mi consentimiento, que yo no tuve reacción, que si los demás se enteraban iban a creer que yo lo había “propiciado”. Tuve miedo A TODO y seguramente muchas de mis excompañeras igual.
¿Por qué podemos reaccionar así? Busqué ayuda en el INAMU para que me hablaran de este tema.
¿Por qué solemos callar el acoso?
Porque la socialización vivida por las mujeres les ha hecho dudar de sus propios derechos y en muchas de ellas, llevadas a pensar, sentir y actuar, justificando que sus cuerpos pueden ser tomados a placer por el macho dominador.
Las que logran tomar conciencia y denuncian la situación de abuso suelen ser juzgadas por la sociedad por cómo andaba vestida, si ella lo busco o lo llamo, entre muchas otras consideraciones que lapidan aún más los esfuerzos de sobreponerse a una sociedad tan desigual e injusta.
¿Cómo prepararnos para enfrentar una situación así?
El primer punto es que tenemos derecho a tener derechos. Ninguna forma de violencia debe ser legitimada por ninguna razón ni justificación.
Se debe romper ese silencio que suele acompañar la violencia contra las mujeres. Denunciar al agresor, hacerlo responsable de sus hechos y hacerle entender a la sociedad que debe dar apoyo, en lugar de señalar.
La sociedad debe entender que la mujer no es culpable por su forma de vestir o de actuar, el único responsable de la agresión es quién la comete.
En algunos casos se requiere de un acompañamiento especializado para la recuperación del evento, así como personas que le puedan apoyar en la recuperación o ambas.
¿Legalmente qué se entiende como acoso sexual en nuestro país?
La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer “Convención Belém do Pará” firmada por Costa Rica en el año 1995, define la Violencia contra las Mujeres como cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como el privado. Y en el punto b, define: “b. Que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en las instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar…”
¿Cuáles leyes nos protegen?
A todas las mujeres nos protegen y están por encima de la legislación Nacional:
-Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW)
-Convención Interamericana para prevenir,sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Convención de BELEM DO PARA)
-Ley contra el Hostigamiento Sexual en el Empleo y la Docencia.
-Ley contra la Violencia Doméstica.
-Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres.
-Fortalecimiento de la lucha contra la explotación sexual de las personas menores de edad.
-Código de la niñez y la adolescencia
¿Qué recomendaciones le podemos dar a quien en este momento está siendo víctima de acoso?
-Recabar la prueba, no borrarla ni deshacerse de ella (mensajes de texto).
-Tratar de mantenerse acompañada por personas que le puedan servir como testigo en caso de alguna manifestación de acoso.
-Denunciar
-Buscar atención especializada y apoyo en personas de confianza.
No callemos más, no hay por qué tolerar hostigamiento en las calles, nuestros sitios de trabajo y mucho menos en nuestro propio hogar. Muchas leyes nos protegen, es nuestro propio miedo el que nos ha silenciado tantas veces. ¡NO MAS!
Para denunciar comunicate a la Defensoría de los Habitantes al 4000-8693
4000-8694.
