De la envidia y sus majaderías

De la envidia y sus majaderías

Las mujeres estamos podridas de que nos digan envidiosas. La mayoría de las veces quien nos dispara ese cañón no sabe que solemos vivir con esa frase cliché que invalida nuestros pensamientos y sentimientos.

Decirnos que le tenemos envidia a Kim Kardashian, Melissa Mora o cualquiera de esas personas lejanas a nuestro universo solo por mostrar desaprobación ante sus actos, es una burla y un completo irrespeto a nuestra inteligencia y derecho de opinión.

Sin embargo, no podemos tapar el sol con un dedo y la envidia si es un sentimiento normal con el que vivimos HOMBRES Y MUJERES en muchas etapas de nuestra vida.

Dicho sentimiento no es bonito, pero no debe preocuparnos a menos que llegue a convertirse en obsesión, como diría Miguel Mateos.

¿Qué es la envidia?

La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas.

La RAE la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee. De acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de Washington, la envidia es el reflejo que cada uno tiene de sí mismo, es un síntoma de falta de autoconfianza.

Autoconfianza o autoestima, ahí está la palabra clave. Ella suele ser la causante de muchos males.

Si sentís que ese feo sentimiento se te metió por el cuerpo, hay forma de sacarlo a pasear, acá unas recomendaciones.

1. Pensá en tus cualidades y fortalezas. De fijo encontrarás muchas.

2. Recordá que todo ocurre en el momento en que debe suceder. Si sentís que tu momento ya duró mucho en llegar, no te desesperés.

3. Que la envidia que sentís, sea tu motor para progresar, no para estancarte en un mar de odio.

4. Si estás cerca de una persona que vive presumiendo de sus logros para hacerte sentir mal. ¡Corré! esa persona también está viviendo su propio problema de autoestima.

La envidia se aleja cuando nos preocupamos de nosotros mismos, cuando decidimos ser nuestra mejor versión. Hay que enfocarse en nuestros objetivos, nuestras metas, nuestros sueños y propósitos, esto hará que la buena energía fluya hacia ellos.

Hay personas que nos deslumbran, a ellos no les tenemos envidia, sino más bien admiración y está bueno que los tomemos como punto de referencia, sin llegar a obsesionarnos. Existen otras personas que con su comportamiento nos alteran y ellas se escudan en el: «Me tienen envidia» pecadito así jamás van a vencer sus demonios y seguirán viviendo en el ojo del huracán. Allá ellas, uno mejor hacerse de la vista gorda.

Tengamos claro que no debemos competir con nadie más que nosotros mismos y las trabas mentales que de vez en cuando no nos dejan progresar.

La envidia es normal, puede que hasta beneficiosa, pero sepamos direccionarla para nuestro beneficio.

Y por favor, señor o señora machista, que de su boca no vuelva a salir esa frase tan tonta que dice que “Las mujeres son un cerro de envidiosas” porque eso dice más de usted, que de nosotras.

Si un hombre no está de acuerdo con el accionar de alguna mujer, no pasa nada. Si una mujer no está de acuerdo con otra, y esa otra es bonita: ¡ES ENVIDIA! me tienen podrida.

 


¡Huggies-100 momentos mágicos te podría llevar a París!
¡Huggies-100 momentos mágicos te podría llevar a París!

Banquete es más que salsa
Banquete es más que salsa

0 pena #SoyUnNuevoCiclo
0 pena #SoyUnNuevoCiclo

¡¡Estamos estrenando masabrazos.cr!!
¡¡Estamos estrenando masabrazos.cr!!