¡Alta atención, a la hipertensión!
La hipertensión es una enfermedad vista como común, no nos parece raro, ni nos espantamos cuando la compañera de trabajo se toma su pastilla y nos dice que es para la hipertensión.
Aprendimos a verla por todo lado, en el abuelo, la tía y no descartamos que a futuro de pronto también en nosotras mismas.. ¿y si no es a futuro? ¿y si ya la tenés y no te has dado cuenta?
Un 27% de los costarricenses son hipertensos y no lo saben, ya que la hipertensión es un padecimiento silencioso ¡Y ahí justo está el peligro!
Si no sabemos que somos hipertensos, nos puede agarrar desprevenidos y atacar con alguno de sus males como lo son: La pérdida de visión por alteraciones de los vasos sanguíneos de los ojos, alteraciones renales, insuficiencia cardíaca, problemas de memoria y en los casos más graves un ataque al corazón, derrame cerebral o un aneurisma ¡NO GRACIAS, NO QUIERO NINGUNO!
Bueno, pues entonces debemos conocer un poco más de la hipertensión y no ignorarla viéndola como un mal de otros.
¿Quienes pueden resultar hipertensos?
Hay una herencia que no hace gracia y es esa. En una familia con antecedentes de hipertensión, es muy probable que las nuevas generaciones también la padezcan ya que la hipertensión tiene un fuerte patrón hereditario aprendido, como lo son la mala alimentación, el sedentarismo, el consumo de medicamentos, entre otros.
No solamente quienes tengan antecedentes familiares son propensos a padecerla, si no también todos los que tengan un mal consumo de alimentos, sedentarismo y un alto nivel de estrés por tiempos prolongados. Por decirlo de alguna manera, ese tipo de personas tiene todos los número de la rifa comprados para ganarse: ¡SER HIPERTENSO!
¿Cómo nos podemos cuidar?
Comiendo balanceado, haciendo algún tipo de actividad física y por supuesto chequeando periódicamente nuestra presión. En todas las farmacias del país nos pueden ayudar con eso de medirla gratuitamente.
En el caso de que se nos diagnostique hipertensión, hay formas de controlarla como con pastillas diarias y la terapia celular.
¿Qué es la terapia celular?
La Doctora Mariana Gómez, de la Clínica Medicell nos explica: «La terapia celular revitaliza la pared arterial, esto hace que mejore el funcionamiento metabólico y hepático de la persona. El tratamiento va dirigido a mejorar la calidad de vida de quienes padecen enfermedades crónicas provocadas por la hipertensión arterial. Dependiendo de la causa, se puede tener más beneficios en unas patologías que en otras, por lo que al mejorar la funcionalidad, toda persona puede ser apta a la regeneración».
La terapia celular no solo controla la hipertensión arterial sino que al lograr la regulación de los órganos involucrados como el hígado, riñones, pulmones y corazón y al hacerlos más funcionales disminuye la presión arterial de todo el sistema.
Por supuesto que después de la terapia igual hay que comer bien y hacer ejercicio, disminuir el consumo de sales y azúcares refinados, pero ese es un mandato de vida para todos.
Al tener paredes arteriales más flexibles y órganos metabólicamente más activos, se disminuye el índice de hipertensión. Esa es la labor de la terapia celular.
Este tratamiento es rápido e indoloro, mínimamente invasivo, por lo que el paciente puede regresar a sus actividades normales al día siguiente.
Por favor, no subestimemos los daños que la hipertensión puede traer a nuestra vida. Nada cuesta (literal nada, por que es gratis) chequearnos la presión de vez en cuando y si se diera el caso, tratarla, para que un mal día no venga con su derrame o su ataque al corazón.
Acá te voy a dejar el contacto de la Dra. Mariana Gómez de la Clínica Medicell, sitio donde realizan la terapia celular.
Teléfono: 2447-2858.
