Mamás egoístas
¿Cuántas veces habré sentido la mirada crítica por que decidí divorciarme? ¿Cuántas veces esa misma mirada por que decidí trabajar fuera de casa? Siempre es lo mismo, una mirada crítica seguida de las siguientes palabras: ¿Y quién te cuida la chiquita? ¿y no te da pesar no darle una familia completa?
¡POR DIOS! Siempre haciéndome sentir una mamá egoísta que solo pensó en ella y no en las repercusiones que sus acciones iban a tener sobre su hija.
¿Cuántas como yo viviremos con esas reacciones por haber decidido seguir adelante a pesar de las críticas? ¿Cuántas aguantamos cada día que se nos juzgue por no seguir con el mandato de aguantarlo todo sin importar nuestros deseos?
Tristemente, en el pasado, a una gran mayoría (no todas) de nuestras madres y abuelas se les educaba bajo la consigna de ser: ALFOMBRA de los hijos y sus maridos.
¡Ay de la que decidiera salirse del molde! ¡Ay de la que quisiera opinar distinto!
Imagino que ustedes al igual que yo, acumularán historias de mujeres que dicen haber deseado siempre tener una profesión, pero no pudieron por que se casaron y su misión era cuidar de su hogar y sus hijos. Su esposo y su entorno así se lo exigían. Bien por las que lo hacen por que así lo quieren, no por que se los impusieron.
También he escuchado muchas historias de las que dicen haber perdido el amor por su marido y querido divorciarse, por que ellos les eran infieles o las maltrataban ante la vista de la sociedad y ellas tenían que hacerse de la vista gorda ¡Por que así son los hombres!, les decían y ellas no solo lo aceptaron, muchas hasta lo creyeron.
¿Qué calidad de vida podían tener esas mujeres? Miles, si no es que millones en el mundo lo aguantaron todo, dieron cada momento de su vida para luchar por sus hijos, son maravillosas, pero afortunadamente las cosas van cambiando. Yo prefiero luchar por la felicidad ¡DE LAS DOS!
Las mamás, también somos mujeres, también tenemos gustos y preferencias, sueños y anhelos que no pueden ser tirados al basurero.
Las mamás realizadas y felices son un maravilloso sostén para niños que crecen con el ejemplo de luchar por sus sueños y metas.
Nos dicen mamás egoístas, por que entendimos que no podemos hacer completamente felices a nadie, sin antes serlo nosotras también.
No somos egoístas, sabemos lo que queremos y caminamos firmes hacia eso.
¡FELIZ DÍA!
