Vida de culona

Las latinas solemos tener grandes traseros, con ellos vamos y venimos de acá para allá y de allá para acá. Ser poseedora de uno de ellos, es divertido y un arma NO tan secreta.

En nuestra vida de culonas, pasamos por situaciones como estas:
-Todo el tiempo nos hacen chiste, comentarios y dedican canciones que hablan de esa parte de nuestro cuerpo.

-Acumulamos historias de “casi tocadas” “tocadas” y comentarios pasados de tono en la calle.

-Se nos sale el trasero con muchos estilos de pantalones (principalmente los bajitos) y siempre hay que andar buscando donde recostarse para no dar show.

-Cuando suena “qué lindo es tu cucu” o «A mover el culo» todas las miradas se dirigen a uno.

-Los vestidos nos quedan cortos en la parte de atrás. Encontrar uno que quede bien ¡es un logro!

-Las chicas que no tienen trasero nos dicen que no nos quejemos, que ellas encantadas tendrían esos kilos de más.

-La cadera no nos coincide con la cintura, entonces toca andar arreglando ropa.

-Por dicha se pueden comprar trajes de baño de distinta talla arriba y abajo, por que esa tampoco nos coincide.

-Suele ser de familia, así que entre primas, hermanas y tías culonas, nos comprendemos.

-Nos generan admiradores en el sexo opuesto. Es un arma PARA NADA secreta, que posee su club de fans.

-A veces se nos sale de control y toca ponernos a dieta para no irnos de espalda.

-Cuando encontramos un pantalón que nos queda perfecto, lo compramos en todos los colores.

-Para nada queremos perderlos, puede ser que disminuirlos un poco, pero jamás perderlos del todo.

Si tenés un trasero grande, ni se te ocurra acomplejarte, lucilo con orgullo, ese tumbao que tenemos al caminar ¡ES SEXY!