La gente del gimnasio

El gimnasio es un espacio bien interesante donde se dan cita todo tipo de personas:

-Los que llegan a entrenar ¡DURO! ahí los ve uno muriéndose, pero en sus cuerpitos se nota que lo están haciendo bien. Están concentrados y siempre muy sudados.

-Los que llegan a hacer amigos. Esos se pasean con el pañito y la botella de agua de máquina a máquina hablando con unos y otros.

-Los que llegan a ligar. Esos se parecen a los anteriores, pero en sus miradas y movimientos corporales se nota que andan tirando el anzuelo. Muchas veces su objetivo es el entrenador personal.

-Las guapuras. ¡Por dicha existen! llegan a alegrarnos el ojo. Si a mi me toca a la par de un guapo, ¡me esfuerzo más!  Me da pena que me vea sufrir.

-Los que van por obligación. Los envió un nutricionista o un médico, pero no están convencidos. ¡No van a durar nada!

-Los que van a tomarse selfies. Se preparan, ponen su cara de “soy sexy y hago ejercicio” y foto para allá y foto para acá. ¿Y el ejercicio? lo que el celular le permita.

-Los que van a escuchar música y caminar. ¡Por dicha existe un tiempo límite en la caminadora! si no ellos a su ritmo y con su música no dejan que nadie más use la máquina.

-La chica perfecta que por más que hace ejercicio, siempre se ve en control. Yo me pongo roja, roja, me despeino y parece que un huracán me revolcó por todo el país.

-Los propósito de año nuevo. Se les ve solo en enero.

-La élite. Se les nota, son un grupo que no se pierde torneo, aparecen en todas las fotos de las actividades del gimnasio y los entrenadores son casi sus hermanos.

-Las amiguis. Llegan juntas, se ponen una a la par de la otra en cada máquina y no paran de hablar.

-Los viejitos. ¡ESOS ME ENCANTAN! son un ejemplo, si ellos van y se esfuerzan aunque les cueste hasta caminar ¿cómo no lo voy a hacer yo? Ojo que también existen los viejitos con cuerpos increíbles, que también dan mucha motivación para seguir y seguir.

-Los que llegan a hacer todo lo que pueden. Le ponen emoción, entregan todo, pero ni remotamente se ven como la élite del gimnasio. Esa soy yo.

-Las barbie. ¡Qué bárbaras! hay unas chichas espectaculares. Admiro principalmente a las que tienen un brazo marcado ¡trabajadito! Se nota que les ha llevado su tiempo el estar así. Ellas llegan con sus top y sus licras súper cortas. ¡Yo con ese cuerpo andaría chinga por la Avenida Central!

-Los que hicieron del gym su hogar. ¡Yo juro que hay gente que pasa más tiempo ahí que en su casa!

Sea cual sea el desempeño de cada uno en el gym, al final toca ir a bañarse y ahí en ese baño se encuentra:

-Gente que se pasea por todo el baño como si fuera una playa nudista.

-Salón de belleza. Planchas, secadoras, maquillaje ¡de ahí salen perfectas! (antes muertas que sencillas)

Sea cual sea el motivo por el que uno va,  ir al gimnasio requiere de tiempo y dinero, así que como dice mi novio ¡HAY QUE PONERLE! total es delicioso terminar de hacer ejercicio, bañarse y sentir esa inyección de energía en todo el cuerpo. Eso me pasa en el Gold´s Gym.