El primer amor

Cuando me preguntan ¿quién fue mi primer amor? pienso en Hugo, el chiquito del kinder que nunca me hizo caso.

¡Qué equivocada que he estado! él no fue mi primer amor, mi primer amor tenía los ojos claros. era alto, fuerte y a su lado todo era mucho mejor. Él me hacía sentir protegida, amada y agradecida de ser ¡¡SU HIJA!!

Sí, mi primer amor fue mi papá y estoy segura que a millones de mujeres en el mundo, nos ha pasado exactamente igual.

Cuando veo a mi hija con su papá, no me queda duda de que viven su romance, de que es igual al que yo viví con el mío.

Nuestro padre (para las que tuvimos uno muy presente en nuestras vidas) fue el primer hombre que nos tomó de la mano, al que nos le recostamos en su pecho, el que nos decía lo hermosas e importantes que éramos en su vida.

Un papá no es necesariamente aquel que embarazó a nuestra madre, ese papel muchas veces lo hace un abuelito, un padrastro, un tío…

Ese hombre también nos celó, nos cuidó como si fuéramos su tesoro más grande y ha de haber tenido su gran lucha interna cuando los novios empezaron a rondar por la casa.

Con los años, ya no lo veíamos tan alto, ni tan fuerte, ni tan omnipotente. Conocimos otros hombres, algunas nos casamos y ahí estaba el papá, llorando en la boda, como nunca lo vi en ningún funeral.

¨Se me casa mi chiquita¨ dijo el mío, con la voz quebrada. Me llevó de la mano al altar y así entregó el corazón.

¿Es o no un amor gigante el que sentimos por nuestros padres y el que ellos sienten por nosotras sus hijas?

Si tenés a tu papá cerca decile todo ese amor que sentís por él, agradecele cada minuto que te ha dado de su vida. No perdás el tiempo, no pensés que en navidad lo vas a hacer ¡HACELO YA! no son eternos y suelen irse antes que nosotras.

El mío está en el cielo y también en mi corazón, eternamente.

Escribir de papás siempre me pone muy triste, por dicha siempre tengo un Kleenex a la mano para ayudarme con las lágrimas y la nariz floja.

¡Un saludo a los papás de la tierra y el cielo!