¡Salir de dudas!

Uno  puede vivir con cierto tipo de dudas, como por ejemplo: ¿será que la mamá de Luis Miguel algún día va a aparecer? ¿será que Luis Fonsi se portó mal con Adamari? Pero hay otras dudas que amenazan nuestra paz, y con esas no se puede vivir.

Ya sea que estemos deseando embarazarnos, o todo lo contrario, la duda de ¿será que estoy embarazada? no nos deja pensar en otra cosa. Y es que un embarazo nos cambia las prioridades, el funcionamiento del hogar, la economía, el trabajo ¡NOS CAMBIA TODO! ¡hasta el humor!

Yo he tenido esa duda, unas 5 veces en mi vida, de las cuales 4 resultaron atrasos y 1 ¡mi amada Lolita!

Esas 5 veces, las tengo muy claras por que venían acompañadas de un gran dosis de ansiedad, síntomas (según yo) y montones de visitas al baño revisando a ver si no me había venido ¨la amiga¨.

El susto es otro fiel acompañante en esos días de incertidumbre, no se despega de uno ni por un segundo, ahí está recordando lo mucho que puede cambiar todo. Y ya sea para bien o para mal, por que cada una vive situaciones muy distintas, el susto siempre acompaña.

Ok entonces tenemos de visita a: Doña Ansiedad, Los hermanos Síntomas, que son engañosos, Don Susto,  Doña Ilusión (en algunos casos) y sobre todo Tía Duda, la que del todo está desaparecida es ¨la amiga¨

En esos días no sabemos si tomarnos esa cerveza o no, si hacer planes para las vacaciones, si ir preparando a la familia para la noticia o  mejor seguir esperando a que se aparezca la regla.

´Voy a esperar hasta el fin de semana¨ recuerdo decirme a mi misma, aunque la pobre mi misma, ya no aguantaba con tantos pensamientos en su cabeza. ¨Siento que ya me va a bajar¨ era otro pensamiento a lo interno ¡y nada!

Los días seguían pasando y yo cada segundo agonizando. Esas 5 veces me ocurrieron unas de casada y otras con novio. Tenía una pareja estable y ya estaba grandecita, no iba a causar una conmoción social, más bien una alegría, pero igual ¡la duda estaba!

Cuando ya no pude más, me fui a comprar la prueba ¨Acierto¨ y salí de dudas. Las 5 veces, fue un gran respiro, no hay nada mejor que saber lo que realmente nos sucede.

4 veces estuve aliviada por esa única rayita y una vez estuve esperanzada por las dos rayitas.

Ahora veo, que me pude haber ahorrado mucha incertidumbre, no tendría que haber esperado tanto para hacerme la prueba. Prefiero la paz que trae el saber lo que me está sucediendo.

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