La vida antes del «celu»
Mi primer celular lo tuve como a los 23 años, es decir, que ya me había enfrentado a:
-LAS CITAS. O sea a quedar con alguien en algún lugar y no poder avisar que iba tarde, o que ya había llegado o que del todo no iba. Claro que eso causaba todo tipo de caos.
-LA LIBRETA TELEFÓNICA: Los número de teléfono se aprendían o se apuntaban. Recuerdo que mi hermana era como un directorio telefónico ¡se aprendía todos! El directorio telefónico era un tuco de papel que servía de cuña y hasta de banco jajaja.
-LA CÁMARA DE FOTOS: La única forma de tomar fotos era con cámara de fotos. Así que tocaba lidiar con el hecho de comprar y revelar fotos. Por supuesto que de un rollo de 24 fotos, 18 quedaban feas y se acumulaban en un bolso especial para las fotos feas que NO se colocaban en los álbumes jajajaja. Además, no todo el mundo tenía cámara y se prestaba para el asuntito de: ¨Me presta la cámara¨ Más de una torta se ha de haber jalado la gente con la cámara ajena.
-LOS MENSAJES: ¡Ah no olvidate! la conversación era lo peor de todo. Tocaba escribir carta para los familiares o amigos en el extranjero. Las llamadas internacionales eran muy caras, así que no era como que uno pudiera hacerlo a diario. Yo, que tengo una tía en Alemania, todo era a pura carta. Las llamadas eran solo para emergencias.
-LAS LLAMADAS. Ok, todo era a puro teléfono fijo o público. Al de la casa, los papás lo mantenían seriamente vigilado, algunos ¡hasta con candado! El público, diay pues público, así que nada de extenderse por que se hacía fila. Igual, no faltaba el descarado que llegaba con su bolsita de monedas y se guindaba de ese teléfono por los siglos de los siglos.
-LAS DIRECCIONES: Uno se perdía jajajajaja
-LA VIDA: ¡ERA OTRA!
El celular vino a revolucionarnos por completo, más aún los teléfonos inteligentes y el internet. Ahora desde un buen celular podemos trabajar, ir al fin del mundo, tomar las mejores fotos, mantenernos en contacto con nuestros seres queridos desde cualquier parte del mundo, informarnos ¡¡TODO!!
Pero no olvidemos, que a la gente que tenemos en frente¡ se le habla a la cara! y que hay momentos que se viven mejor, sin una notificación entrando. ¡Sepamos usarlo a nuestro favor, no en contra!
Fotos: Museo Histórico y Tecnológico del Grupo ICE
