¡No eres tú, soy yo!

¡No eres tú, soy yo!

Mi amiga Marcela es una iluminada en asuntos de pareja. Ha pasado por donde asustan varias veces y conoce muy bien la calle de la amargura ( la de San Pedro y la de San Llanto). Ha tenido su tiempo para digerir, para llorar, para entender el por que las rupturas amorosas nos causan tal descalabre en la vida.

Le pedí que nos iluminara con su sabiduría y ¡qué texto tan lleno de verdad! Acá se los dejo:

 

Cuando se trata de amor y desamor, y sobre todo de rupturas, siempre nos pasa lo mismo: lo primero que nos cuestionamos y tratamos de entender es el por qué de las cosas.

Nos obsesionamos repasando todo lo que hicimos y lo que no hicimos tratando de encontrar respuestas que calmen la tristeza y la ansiedad que sentimos… pero justo por eso a veces nos cuenta tanto, no solo sentirnos mejor, sino también entender qué es lo que realmente está pasando.

Si hay algo que he aprendido con el tiempo es que lo que está pasando nunca se trata de la relación, ni de la otra persona. Siempre se trata de nosotras mismas y de nuestros temas no resueltos. De nuestros miedos y de todo lo que esperamos que alguien más resuelva por nosotras.

Yo se que no suena bonito, pero digo esto porque hace rato asumí la filosofía de algunos autores y maestros de meditación que dicen que cada persona con la que nos cruzamos es un maestro y que cada una tiene algo que enseñarnos. Y ese algo nunca es sobre ellos, siempre es sobre nosotras.

Es una de las maneras que la vida tiene para guiarnos. El amor es una de esas fuerzas de la naturaleza que logra exponernos y abrir nuestro corazón lo suficiente para que podamos asomarnos y ver hacia adentro.

Todo lo que no sabíamos de nosotras mismas se revela y se deja ver cuando estamos con alguien y por eso, ya sea que estemos felices en la relación, o que se de una ruptura, la pregunta siempre debería ser: ¿Para qué pasa esto? no ¿Por qué?

Viendo para atrás ahora entiendo que cuando nos cuesta mucho despegarnos de alguien o de la idea de una relación, no es la relación ni la persona las que son tan relevantes, es el aprendizaje que viene implícito lo que nos mantiene pegadas. Porque aprender cuesta.

En realidad no estamos aferradas a esa persona o a esa situación, lo que estamos es aferradas a nuestros miedos, a nuestra resistencia para aprender las lecciones.

Estamos tratando de cuidar y de mantener nuestra zona de confort, porque así funciona la mente. Trata de resguardar lo que ya conocemos aunque esto no sea positivo y nos ocasione problemas.

Así que pensalo, esa persona o esa relación no es la que te tuvo o te tiene así, es lo que tenías o tenés que aprender o reconocer en vos misma lo que no te está dejando soltarte y volar!!

 

¡Ay Dios Marce, leerte es como haberle pagado  dos años de sesiones al psicólogo!


¡Huggies-100 momentos mágicos te podría llevar a París!
¡Huggies-100 momentos mágicos te podría llevar a París!

Banquete es más que salsa
Banquete es más que salsa

0 pena #SoyUnNuevoCiclo
0 pena #SoyUnNuevoCiclo

¡¡Estamos estrenando masabrazos.cr!!
¡¡Estamos estrenando masabrazos.cr!!