Días de limpia

Días de limpia

Desde que vivía con mis papás, hace muchos años, y hasta el día de hoy, soy conocida por todos mis amigos y mi familia , por mis famosas “limpias”.

Era de lo más normal verme dándole vuelta al cuarto.

Pasaba la cama de un lado para otro, cambiaba las sillas de esquina, ponía la tele y el escritorio en el lado contrario al que estaban, reubicaba los libros, y siempre al final, quemaba un poquito de incienso o prendía candelas.

No solo movía muebles, sino que también la agarraba con el closet. El día que le daba vuelta al cuarto, sacaba toda la ropa, la ponía en la cama y lo que ya no usaba o lo que ya no me quedaba, ¡ciao! lo heredaba o lo donaba. Todas mis primas y amigas tienen cosas mías y ahora con la ropa de Lolita pasa igual.

De hecho, puedo decir, que hay días que amanecía como con “la urgencia” de ver todo en otro lugar y desde una nueva perspectiva.

Hacer eso me ayudaba a pensar, a sentir que estaba poniendo orden, a saber que yo estaba a cargo y que podía decidir sobre las cosas. Era una sensación no de control, sino más bien de empoderamiento.

En aquella época, en realidad, no había leído mucho sobre el tema de la energía y de cómo funcionaba. Sin embargo, cuando pienso en esos días, veo claramente que nunca fue casualidad que siempre coincidieran con algún momento en el que yo necesitaba “limpiar” algo, pero no físico, sino emocional.

Esa limpia me hacía sentir un cambio en la energía de las cosas que me rodeaban y me dejaba más ligera y con la mente más clara.

Hoy, algunos años después, y conociendo un poquitito más sobre cómo funciona el tema, me doy cuenta de que nunca estuve tan perdida. Efectivamente, como dice el dicho y en palabras muy sencillas: lo que no se mueve se apelota.

Así funciona la energía: Moviéndose, transformándose, creando, cambiando.

Si nosotros no nos vamos moviendo con ella y no nos ajustamos a las múltiples y diferentes formas y situaciones que puede adoptar, nos quedamos estancados y dejamos de vibrar. Nos secaríamos, como las matas sin agua!!

Por eso es tan importante que todos nuestros espacios, tanto físicos como emocionales, sobre todo el de nuestra mente, estén no solo limpios, pero sobre todo en sintonía con lo que nos gusta y con lo que nos hace felices.

Para limpiar energéticamente nuestros entornos podemos usar diferentes elementos, por ejemplo: cristales, candelas, el sonido de las campanas, aceites esenciales, inciensos, o bien podemos decir oraciones o mantras que representen eso con lo que nos identificamos y con lo que queremos estar sintonizados.

Nuestros espacios deben ser lugares seguros, donde nuestra creatividad pueda florecer, donde nos sintamos vivos y llenos de fuerza. Donde queramos estar, donde podamos soñar y adonde siempre queramos llegar.

Te dejo un par de oraciones que me encantan y que tengo pegadas en algunas de las paredes de mi casa. Las imprimí para tenerlas siempre cerca de mi y verlas constantemente.

Acuérdense que nos convertimos en todo aquello que siempre está en nuestra mente y en nuestra boca! Así que a llenarnos de pensamientos bonitos y de buena energía!!

Aprovechá los días que vienen de Semana Santa y si tu plan es quedarte en casa, hacete una buena limpia!!


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