No quiero ser princesa de Gales
Definitivamente son otros tiempos y las mujeres ya no estamos para aguantar cosas que no nos gustan, ni para dejar que otros nos digan lo que tenemos que hacer.
Ese cuento de “mi reino, por tal o cual cosa…” conmigo no va!
Mi reino me ha costado mucho construirlo y es lo que más me representa. Ahí está todo lo que amo y por lo que he luchado.
Así que por más vestido de boda de diseñador, por más anillo de compromiso espectacular y por más fiesta fuera de este mundo, hasta con algunas de las Spice Girls de invitadas , ¡yo NO ENVIDIO a la futura esposa del Príncipe Harry!
Estas son solo algunas de las cosas a las que Meghan Markle ha tenido que renunciar para poder ser Princesa
1. Renunciar a su carrera como actriz
¿Se imaginan tener que dejar de hacer lo que tanto amamos y en lo que nos va tan bien, para calificar como una esposa adecuada?
La actuación era su gran pasión, estaba en uno de los mejores momentos de su carrera y sin embargo tuvo que decidir entre realizarse como actriz y seguir su sueño o ser la esposa del Príncipe.
2. Cerrar sus cuentas de Facebook e Instagram
Aunque yo se que no es personal en el sentido estricto de la palabra, las cuentas de uno en donde sea, son algo personal!!
La futura princesa ya no va a poder compartir con sus seguidores las fotos de las cosas que tanto le gustaban como sus flores favoritas, que por cierto son las peonías rosadas.
3. Caminar libremente por las calles
¿Pedir permiso para salir, a estas alturas de la vida? Me puedo volver loca!
No ha de ser muy divertido tener que programar en agenda y pasando por todo un equipo de protocolo, cada salida, cada movimiento y todo lo que queramos hacer que implique movilizarse.
Perder esa libertad de ir donde uno quiera, cuando quiera y con quiera es lo que menos, menos, le envidiaría a una princesa.
4. Dejar a tu mascota en otro país
Los que tienen mascotas saben de lo que estoy hablando. Ellos se convierten en nuestra familia y jamás los dejaríamos, mucho menos si están viejitos.
Ella tenía dos perritos, ambos rescatados y adoptados desde que eran cachorros. A Inglaterra solo se pudo llevar a Guy. Bogart, por ser mayor, no aguantaba el viaje y se quedo al cuido de unos amigos cercanos de ella.
5. Ataques de Pánico
Las que los han sufrido saben lo horroroso que es tener algo que nadie ve y que nadie nota, y que uno siente que lo está matando.
Con tanta presión, tanto cambio y tanta formalidad a la pobre mujer ya le han dado un par de episodios donde el estrés y la ansiedad le han jugado una mala pasada. Dicen que su cuñada Kate y Camila, la esposa del Príncipe Carlos, son las que la han ayudado a manejar toda esta locura de vida.
¿Caminar dos pasos atrás de su marido? No amigas, yo quiero caminar de la mano con mi pareja, juntos, libres, sin tanto protocolo, prohibición y gente metiche como yo en este momento, opinando de ellos jajaja.
Moraleja: El amor nunca debería ser un sacrificio de ese tamaño, pero cada quien sabe qué tanto es capaz de soportar.
