Lo que nos sucede inmediatamente después del sexo
Estamos en plena acción con nuestra pareja. Aquellos besos deliciosos que parecieran querer comernos completas. Las manos vienen y van en busca de ese cuerpo que tanto anhelan y conocen. Nos sentimos tan cercanas a ellos, que no queremos se acabe nunca, ¡pero se acaba! Llega el clímax y entonces…
¿Y entonces qué pasa después?
Según un estudio del Instituto Francés de Salud e Investigación Médica, en el caso de los hombres, su cerebro manda la orden de desactivar cualquier sensación de deseo sexual una vez ha llegado al orgasmo. ¡Qué tristeza!
Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron escáners de los cerebros de los hombres durante el momento de la relación sexual y después de acabar. En ellos pudieron ver que el córtex cerebral -encargado del pensamiento consciente- se ‘apagaba’ durante el momento del orgasmo.
Además, el córtex del cíngulo anterior -que regular el ritmo cardiaco – y la amígdala cerebral -que procesa y almacena de reacciones emocionales- se encargaban de enviar un mensaje al resto del cerebro anulando cualquier deseo sexual. Para ello, producían una secreción masiva de dos sustancias: la oxitocina y la serotonina, dos hormonas que inducen el sueño y llevan a nuestros hombres a querer dar la vuelta y dormir profundamente.
Ahora pongan atención lo que nos pasa a nosotras, que para variar es más complicado ¡qué vida!
Según un estudio, realizado por la Universidad de Tecnología de Queensland (Australia) y la Universidad de Zurich, casi la mitad de las mujeres -un 46%- han experimentado sensación de tristeza, ganas de llorar y ansiedad después de alguna relación sexual a lo largo de su vida. Y esto ocurre a pesar de que el sexo haya sido placentero.
JAJAJAJA ¡No puede ser, ahora que tal si además no fue bueno!
Es una cuestión puramente biológica, una mezcla de emociones y hormonas.
Pero un momento que ahí no se acaba todo, ¡También nos da por hablar!
Así lo asegura un estudio de los psicólogos estadounidenses Susan Hughes y Daniel Kruger, quienes dicen que muchas mujeres sienten la necesidad de recibir cariñito y palabras amorosas tras el sexo. ¡SOY DE ESAS! Esto ocurre como una manera de reforzar el vínculo afectivo después del orgasmo en un entorno muy íntimo.
A pesar de las diferencias, hay algo que une a ambos géneros. Según la investigación de Hughes y Kruger, tanto los hombres como las mujeres quedan mucho más satisfechos si después de llegar al orgasmo la pareja muestra señales de unión, compromiso y complicidad.
Así que muchachos, les recomiendo que luego de las mieles del sexo y antes de encontrarse con Morfeo, nos den un besito y nos digan que somos unas Diosas deliciosas que los hacemos muy felices, ¡Ay bueno, entonces al menos darnos un dulce beso y una mirada de complicidad! Y ahora sí ya se puede dormir.