Por mi enfermedad, un embarazo no podía ser, pero…

Por mi enfermedad, un embarazo no podía ser, pero…

Mi nombre es Vanessa tengo 30 años de edad y soy mamá primeriza de Gabriel de 3 meses y medio.

Cuando tenía 17 años y estaba en último año del cole me diagnosticaron con Leucemia Mieloide Crónica y mi mundo se vino abajo. Uno escucha esas palabras y cree que tiene la sentencia de muerte dictada, pues para mi dicha esa enfermedad se puede tratar con farmacoterapia es decir debo tomar una pastilla diaria por el resto de mi vida y con eso controlamos la enfermedad. En palabras de mi hematologo es como convivir con un león enjaulado, esa pastillita es lo que mantiene el león de la Leucemia enjaulado y por mientras yo puedo hacer mi vida normal.
Hasta ahí todo bien pero todo tiene su precio, el mío era que ese medicamento no es compatible con un embarazo ya que puede causar daños embrionarios severos, entonces desde temprana edad supe que nunca iba a ser madre al menos de manera biológica. No es factible para mi dejar 9 meses mi medicamento porque la enfermedad se vuelve a manifestar incluso de manera mas agresiva y poniendo resistencia al medicamento, por su puesto poniendo en riesgo mi vida y para un bebé no era factible vivir dentro de mi con ese medicamento ya que es altamente tóxico en etapa embrionaria.
Pues bien, con ese panorama yo descarté la maternidad por completo de mi vida.
Hace seis años conocí a Luis mi actual novio y por supuesto se tocó el tema y él estuvo enterado de que no podía esperar un hijo mío, él siempre fue claro de que si quería ser papá así que solo nos dedicamos a vivir el momento disfrutando mientras íbamos en la misma dirección, pero a la vez con el dolor latente que nuestra relación tenía fecha de caducidad en el momento en que él quisiera su ansiado bebé.
Teníamos tres opciones :
1. Adoptar
2. Separanos para que él pudiera cumplir su sueño de ser padre.
3. Que el aceptará nunca ser padre y seguir a mi lado.
Así cumplimos 5 años de relación.
Resulta que en setiembre del año pasado un día amanecí muy mal, fuerte dolor abdominal y vómito, no me pude ni levantar para ir a trabajar, Luis me llevó al ebais y me dijeron que era una colitis severa por estrés, me inyectaron, me recetaron medicamentos y para la casa, seguí mal como tres días más y luego todo bien.
Desde ese 6 de setiembre a veces volvía el malestar, dolor abdominal, diarreas terribles y una acidez que mataba. Yo iba por lo menos cada 15 días al ebais y siempre me salían con lo de la colitis.
Nunca sospeché un embarazo porque mi periodo es super irregular y de vez en cuando yo tenía sangrados entonces yo asumía que ya me había venido la menstruación.
Para hacer la historia corta, así llegue a diciembre siempre con el diagnóstico de colitis y como no mejoraba el Dr. me envió con una referencia al Centro de Detección Temprana de Cáncer Gástrico en Cartago para que me hicieran una gastroscopia, por gracia de Dios ese día le programaron la gastro a todo el mundo menos a mi porque supuestamente no había criterio médico para realizar ese examen y yo salí furiosa peleando con medio mundo por negligentes.
Ya para enero me tenía tan preocupada la inflamación en mi estómago y me fui al ebais a insistir, el Dr. me dijo que por tanto medicamento para la colitis tenia muy lento mi metabolismo y el movimiento intestinal entonces me recetó laxantes así estuve unos días en realidad muy desanimada porque yo sabía que algo me pasaba que algo no estaba bien conmigo y pensé que tendría que ver con la Leucemia, lo malo es que tenía cita hasta marzo con mi hematologo como para evaluar cualquier duda.
Un día de mediados de febrero mi sobrino de 5 años me vio y de la nada me dijo «Tía tienes un bebé en la panza» yo solo me reí y le dije que no, que solo estaba gorda (hace unos tres años que peleo con unos 10kg extra). A raíz de ese comentario me sentí muy mal por mi inflamación de colitis y el 13 de febrero me fui nuevamente al ebais preocupada por la inflamación, por la colitis y por todo mi antecedente de salud, yo tenía esa corazonada de que algo no estaba bien.
Resulta que el mismo médico que pasó meses examinandome, palpandome el estómago, escuchando con el estetoscopio hasta ese día me pregunto que si estaba embarazada, yo le dije que jamás! Entonces el dr me dijo que lo mejor que podía pasarme es que fuera un bebé porque de lo contrario tenía una masa enorme y podía ser un tumor, yo me fui para el laboratorio a hacerme la prueba de embarazo pero pensando lo peor, pensando que la Leucemia se complicó, pensando en todo menos en un bebé. Resulta que mientras esperaba los resultados de la prueba de embarazo, el dr me llama otra vez al consultorio, tenia un doppler y me pidió que me acueste, me llenó la panza de gel y me puso el doppler, a mi el corazón me iba a mil por hora, hasta que lo escuchamos… Había un corazón latiendo dentro de mi!!!! Yo sentía las manos heladas, la cara hirviendo, el cuerpo en un puro temblor y las lágrimas corriendo por mis mejillas, el susto más hermoso de mi vida! El exámen de sangre positivo confirmó mi embarazo.
Mi mayor miedo en ese momento era el estado de mi bebé, saber en que condiciones estaba dado el medicamento que yo estaba tomando, lo que si estaba segura es que aunque fue totalmente inesperado yo lo amé desde el primer momento que escuché esos latiditos. A la mañana siguiente 14 de febrero me fui a emergencias gineco obstétricas a que me vieran a mi y al bebé, le conté la historia a la dra y que primero que nada necesitaba saber de cuanto estaba el bebé, el dr en el ebais me dijo 5 meses, como nunca supo distinguir un embarazo de una colitis no le creí en mi mente era unos 3 meses de embarazo, para mi sorpresa la dra me dijo 30 semanas valorando el ultrasonido, yo en mi mente sacando cuentas de cuanto son 30 semanas jajaja hasta que la Dra me dijo 7 meses!!!! Por dicha estaba acostada porque casi caigo desmayada, estaba embarazada de 7 meses y no sabia! La otra siguiente buena noticia es que mi bebé estaba en perfecto estado a pesar de mi medicación y había sobrevivido como todo un valiente.
Ese 14 de febrero, día del amor y la amistad me di cuenta de que iba a ser mamá de un niño, ese mismo día decidí que se iba a llamar Gabriel, ya que siempre que Dios quiere enviar un mensaje envía a su Ángel Gabriel y eso es lo que significa ese niño en mi vida, un mensaje de amor!
Ahora el detalle era cuanto se iba a deteriorar mi salud por dejar el medicamento lo que restaba de embarazo, era soltar el león de la jaula. Sin embargo otro milagro ocurrió y durante mis 2 meses de embarazo siempre me mantuve bien, me dijo la gineco obstetra que muy probablemente las células madre y hormonas del embarazo me ayudaron a que la enfermedad se mantenga en fase crónica y no empeorará, ese día lloré tanto, se supone que yo tenía que cuidar de mi bebé y no lo hice porque no sabía pero mi bebé estuvo cuidando de mi y de mi salud.
Así transcurrieron los 2 meses mas intensos de mi vida, con el apoyo familiar logramos tener todo listo para recibir a Gabriel y finalmente nació el 13 de abril de 2019 a las 9:13 am pesando 3720g y midiendo 53cm, todo un niño normal y sano.
Esa es mi historia, una historia llena de amor de Dios, un milagro donde mis doctores siempre dijeron que no y Dios dijo que si, me dió toda una lección de vida donde nunca se debe dar nada por sentado.
Recuerdo que en una cita en obstetricia de alto riesgo el dr después de ver toda la historia me preguntó: ud es creyente? Porque de lo contrario no tengo manera de explicar esto. Wow! Fueron palabras mayores.
Luis y yo nos dimos cuenta que había una cuarta opción en la que Dios intervino y juntos estamos criando un bebé, viviendo un sueño que nunca creímos posible.
Muchos piensan que yo estaba haciendo el papel, que quería ocultar mi embarazo y demás teorías conspirativas jajaja pero no me importa, yo sé cual es mi verdad.
Como tenia unos kilos de más no note panza de 7 meses de embarazo, parecía solo inflamación de colitis, los sangrados que yo confundí con la menstruación probablemente fueron amenazas de aborto y dado que tenía placenta posterior el bebé se me acomodó muy cerca de la espalda por lo que la gente solo pensaba que había subido de peso cuando me veían.
Otra cosa que influyó en que tuviera un embarazo criptico fue el factor psicológico, ya que siempre se me negó cualquier posibilidad de un embarazo por el riesgo que representaba para mi vida mi mente bloqueó cualquier sospecha de embarazo por miedo.
Mi bebé tiene actualmente 3 meses y medio, yo ya retomé mi tratamiento para la Leucemia y ambos estamos felices y saludables.
Les juro que traté de resumir lo más que pude la historia pero es demasiado intensa y llena de detalles. Si leyeron hasta aquí mil gracias.
Vanessa Bedoya Brenes

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