Tips para despertar a nuestra niña interna

“Todos los adultos fueron una vez niños, aunque pocos lo recuerdan” – Antoine de Saint-Exupéry

Hoy mientras hablaba con mi amiga Alicia de “Mi niña interior” (En Instagram como búsquenla como @ninainteriocr), me preguntó ¿qué hacia me asombrara cuando era niña? y me di cuenta que son las mismas cosas que me asombran ahora. Siempre amé ver el cielo y los colores que se pintan en él durante el amanecer y el atardecer, así como también el dejarme llevar por la emoción de la música y la felicidad de caminar por un bosque. Me dijo que eso no era tan normal, muchas personas pierden su capacidad de asombro y ni cuenta se dan, dejan de prestarle atención a los pequeños detalles y comienzan a dar todo por sentado ¡HORRIBLE!

¿Por que horrible? Porque como dice mi amiga Alicia, el asombro  es el motor interno que de forma natural nos lleva a descubrir el mundo que nos rodea. O sea es el asombro el que nos da LAS GANAS para seguir explorando, para seguir descubriendo, para tener más y más deseos de seguir…¿Cómo se nos va a acabar?

Así que le pregunté  ¿Cómo reconectar y renovar esa capacidad de asombro?

Me dio estos tips:

– Muestras cotidianas de fascinación. Hacé un alto y admirá lo que te rodea. Te vas a dar cuenta de todo lo que has ignorado.

– Sé  más curiosa. Mientras lees o ves noticias, si escuchás una palabra extraña o hacen mención de algo que es desconocido, en lugar de abrir el celular para ver Facebook, buscá en Google de qué se trata, que significa, etc. Aumentá tu conocimiento a través de la curiosidad.

– Buscá un cuento infantil. Leelo con calma, sentada en el suelo y en voz alta. Activá tu imaginación.

– No dejés de aprender.  Has visto que los niños todo es: ¿Por qué?, ¿y Por qué? …. (miles de veces) ok, vos igual, siempre seguí preguntándote y resolviendo la incógnita.

– Recordar y honrar ese recuerdo. Pensá en lo que te asombraba de niña, buscá en vos, lo vas a encontrar. Ahora que sos adulto, de pronto podés llevar a otro nivel ese asombro y complacerte con sentirlo muchas veces. ¿Te asombraba la luna llena? Buscá sitios donde observarla mejor. ¿Te asombraba la música? Ahora podés ir a los conciertos que querás.

– Conviví con niños. Jugá genuinamente con ellos. Hacé castillos de arena, jugá a las escondidas…. (hay infinidad de opciones) La neurociencia sigue demostrando que convivir con niños renueva nuestra capacidad de asombro.

¡No olvidés a tu niña interna! Un niño asombrado no solo ve, sino que observa, escucha e interioriza. Es decir, un niño no pasa por la vida dejando todo de lado, ¡LO VIVE A PLENITUD! ¿Y no es eso lo mejor de la vida?

No dejés que la vida te vaya durmiendo, ¡ES HORA DE DESPERTAR!