Manual para ser una buena madre
En cuanto quedamos embarazadas se nos viene una lluvia de recomendaciones:
-No coma de esto o lo otro.
-No aumente mucho de peso o cómase lo que quiera.
-No corra, no camine tanto, descanse, use tacones bajos.
La lista es interminable.
Pero sí creíamos que con nacer el bebé, el asunto de las recomendaciones iba a cambiar ¡NO SEÑORA! EN REALIDAD IBA A EMPEORAR.
Sobra quien nos diga como bañar, cambiar, atender, alzar, dormir, dar lactancia, sacar cólicos.
Sobra quien nos de consejos de mamá experta.
Debo decir que muchas veces me topé con recomendaciones así:
-“Déjela que llore, no se va a morir de llanto”
-Ni se le ocurra meterla a dormir con ud a la cama, luego no hay quien la saque.
-No le de lactancia por más de 6 meses.
-No la mime tanto, es bueno que ya vaya forjando carácter.
¿Y a quién le hace caso uno? ¿A la mamá? ¿A la prima que tiene una docena de chiquitos? ¿A Baby Center? ¿A la niñera experta? ¿A QUIÉN? ¡¡MUCHAS VECES SE CONTRADICEN ENTRE ELLAS!
Yo encontré a quien hacerle caso, le hice caso a mi corazón que me decía que aprovechara a dormir con esa niña todo el tiempo que quisiera porque luego se van, el tiempo pasa muy rápido. Jamás la dejé llorar porque es absolutamente innecesario hacer sufrir a un niño ¡no la traje al mundo a eso! Y le di lactancia hasta que me dio mastitis, cuando ella ya tenía dos años.
Cada mamá debería actuar con las reglas que su corazón le indiquen, sabiendo que lo más importante en esta vida es la crianza con amor.
Un niño que se le dejó llorar, se sentirá siempre solo y con un faltante de afecto que luego buscará incesantemente en otras personas.
Cada trauma de la niñez, se verá reflejado en la adultez.
Una persona que tuvo una infancia feliz, será un adulto sano. ¿Y no queremos eso para nuestro hogar y sociedad?
Las mamás por supuesto que nos equivocamos, y obvio que tenemos días en los que sentimos que la responsabilidad nos sobrepasa. Pero nunca jamás debemos actuar con maldad o crueldad.
A los niños se les guía, se les corrige, se les enseña, pero sobre todo se les CUIDA, SE LES PROTEGE, SE LES AMA.
La crianza con amor es el mejor manual que cualquier mamá podrá tener.
No todas las mujeres nacimos para ser madres, el instinto materno no nos acompaña a todas. Si es tu caso, buscá opciones para darle un mejor hogar a tu hijo. Él y vos estarán mejor. Si tenés hijos y los amás con toda el alma, aprovechá y hacé crecer ese amor y dáselo no solo a los tuyos, si no también a todos los que la vida te ponga por el frente.
Cuidar y proteger a nuestros hijos y los hijos de los demás debe ser nuestra prioridad.
No existe un manual para ser una buena madre, cada una cría de una manera distinta, lo que no debe faltar en ninguna es EL RESPETO Y EL AMOR por ese pequeño que nos ve con ojos enamorados y espera de nosotras solo lo mejor.
