Nadá con delfines
Desde niña quise tocar un delfín, acariciarlo y nadar con él. Esta idea me obsesionó por años, pero nunca hice nada más que comprarme aretes, dijes, cuadros, cortinas de baño, peluches y cuanto ‘chunche’ tuviera un delfín. Hasta que hace unos meses, me fui a Varadero, Cuba y agarrada de ...