Aprendé del té y las infusiones

Aunque me declaro una asidua cafetera, últimamente he visto como cada vez aparecen más sitios donde se venden preparados para hacer infusiones.

La diferencia del té varía del momento en el que se recolecta la hoja y el proceso que lleva.

El té se puede encontrar en infusiones frutales o herbales, rooibos, té negro, verde, blanco y rojo.

El té blanco es definitivamente el más suave que hay porque lo recogen cuando la hoja está seca. Lo podés tomar en la tarde-noche, porque tiene muy baja cantidad de teína y cafeína.
Después hay un proceso de recolección de la hoja, que va hasta ser el té negro, el cual se deja secar. Este tiene una alta concentración de cafeína, por lo que debés tomarlo en la mañana y te ayudará a despertarte y que tomés el ritmo del día.
El té rojo es el mismo té negro pero que en lugar de secar, se deja fermentar. Ayuda a acelerar el metabolismo y que te sintás llena.
El té verde se diferencia del té negro porque está menos procesado (las hojas se cocinan al vapor y luego se secan). Este te ayudará en la parte digestiva, liberar las toxinas, antioxidante y ayuda a la recuperación de las células.
Rooibos está muy de moda. Pertenece a un arbusto africano de color rojo que tiene las mismas propiedades antioxidantes del té con la ventaja que no contiene teína ni cafeína. Es perfecto para atletas y niños.
Las infusiones son frutas o hierbas secas. Dependiendo la mezcla, así será el beneficio que obtendrás. Por ejemplo, si un té tiene naranja, tendrá un alto contenido de vitamina A, propiedades relajantes y ayudará en los procesos gripales.

Todos los tipos de té los podés tomar fríos y calientes. Aunque todo depende del gusto, no se recomienda que se combinen entre sí, porque van a perder el sabor de cada uno.