Berrinches por la identidad
Ya Miranda pasó la etapa en que lloraba, gritaba y daba una clase de espectáculos en la calle. A veces me desconcertaba. Aunque no lo creás, estos comportamientos son normales entre los chicos de 3 a 5 años. Algunos la señalan como la primera adolescencia.
“La adolescencia es la línea divisoria entre la infancia y la adultez. No podemos hablar de adolescencia antes de ese momento. Algunos especialistas han identificado ciertos tipos de comportamientos a nivel conductual, que pueden ser similares a estos comportamientos que se presentan de manera más frecuente en la adolescencia”, explica la psicóloga Sharlim Salazar.
En esta etapa los niños tienen un comportamiento egocéntrico y de muchas rabietas. El comportamiento egocentrista coincide con la adolescencia. Este comportamiento viene a ser un poco esa autofocalización sobre los propios sentimientos, deseos y emociones.
Entre esas edades el niño está en una etapa donde enfrenta la autonomía vs vergüenza oculta. Esto implica que está empezando a diferenciarse con respecto a los demás. Para Salazar, está en el proceso de adquirir mayor control de esfínteres, control físico-motor, lo que hace que desee experimentar, marcar la diferencia entre sus padres y estar constantemente probando los límites.
“El establecimiento de límites debe ser claro y congruente con la edad del niño, ya que estos permiten que ellos se sientan seguros y que vayan desarrollando su comportamiento y habilidades para adaptarse de manera adecuada al mundo”, concluye la psicóloga.
Algunas situaciones
1- “Estoy en el supermercado y siempre quiere llevar dulces, libros y bolas. Si no le compro algo, hace una escena»
Es importante saber que la mejor estrategia para los berrinches es la extinción, esta implica ignorar sistemáticamente, es decir, todas las veces. Si se ha dicho de manera clara que esta vez no se puede comprar nada especial y hace una «escena», hay que ignorarlo. Es muy importante recordar que en el manejo de límites se debe ser consistente.
2- «Solo quiere ponerse lo que le gusta y hace que la mañana sea imposible alistarlo para el kinder porque no le gusta como le queda el pantalón o los zapatos»
Es muy importante aclarar que hay decisiones que el niño puede tomar por sí mismo, pero para efectos de otros temas, los padres deben manejar la situación. El niño puede alistar la ropa el día anterior y tomar decisiones como el tipo de ropa interior, pero siempre aclarando que se debe usar el uniforme completo. Si en la rutina los padres no ceden y no están excesivamente atentos a la conducta de llamar la atención, prontamente el niño incorpora la rutina como un hábito.
3- «Se enoja mucho cuando lo quiero traer antes de tiempo de una fiesta o una reunión de juegos con sus amigos. No entiende argumentos»
Se puede entender su frustración cuando se finaliza un evento agradable pero no podemos justificar conductas agresivas. Es importante aclarar que aunque entendemos que se quiere quedar, se debe ir en ese momento, se explica una vez y si se puede, anticipadamente. Sin embargo, la firmeza y el manejo de las normas de manera congruente y consistente en otras esferas de la vida, va a facilitar el acatamiento de las normas o conductas en situaciones de este tipo.
Se puede poner en el carro de vuelta música relajante, decirle que respire o aprovechar este tipo de situaciones para empezar a desarrollar la tolerancia a la frustración.
Fuente: Sharlim Salazar Loaiza, psicóloga clínica y de la salud.
Tel.: 2221-4579. Pág. web: www.psicobienestarcr.com
