¡Hoy quiero sexo a ciegas!

A veces creemos que las imágenes sensuales y las más pasadas de tono  que vemos en las películas son solo para eso, para verlas envidiosas desde el sillón de la casa y nada más.

Ayer en un arrebato, le envié en la tarde un mensaje a mi novio que decía:  «Hoy quiero ‘sexo… a ciegas’.» Por la noche apareció con una sonrisa pícara y un pañuelo de seda.

¿Cómo se hace?

El blind sex o sexo a ciegas consiste en que uno de los dos se cubra los ojos, ya sea con un sexy antifaz (los venden en tiendas eróticas) o con algún pañuelo de tela suave al tacto.

Esta es la oportunidad perfecta para explorar el placer, potenciando otros sentidos que nos posibilitará ir más allá de lo visual.

Uno de los placeres del sexo a ciegas es la creación de nuevas conexiones, cuando hacemos algo con los ojos cerrados nos vemos forzadas a crear nuevas conexiones o a reorganizarlas para utilizar otros sentidos.

Imaginá la situación: vendada, indefensa, solo sintiendo como las manos de tu pareja recorren tu cuerpo, como su aliento se acelera y como el cuerpo de los dos empiezan a reaccionar ante las caricias y los besos. La respiración se entrecorta, los músculos se relajan ¡y los sentidos están a punto de explotar!

Los expertos recomiendan esta práctica por el poder que tiene de unir a las parejas, con los ojos vendados, el encuentro se basa en confianza mutua.

Sacale el mayor provecho a este exótico encuentro, agregá aceites aromáticos, velas,  música. La comida para untar como el chocolate derretido y la crema chantilly serán perfectos aliados en el sexo oral, que nunca se sintió tan bien como en este momento.

Yo, me dejé vendar, disfruté tanto que quise devolver la felicidad del mismo modo. Es tan placentero dar como recibir.

Chicas, esa bufanda y pañuelito que tienen en el closet les puede funcionar para mucho más que usarla como adorno.