
Sí, ser mamá me cambió la vida
Cuando yo era soltera o casada pero sin hijos y veía a mis vecinas y amigas en su diaria labor de mamás, la idea de serlo yo también me asustaba. Siempre supe que sí quería serlo, pero el miedo me acompañaba en la decisión. Ahí fui postergándolo hasta que un buen día, la prueba de embarazo dio positivo y me agarró por sorpresa.
Mis ocho meses de embarazo fueron una mezcla de sentimientos en los que por supuesto el amor fue el que prevaleció, pero también tuve dudas, temores y eso que ¡no sabía lo que me esperaba!
Una tarde navideña de estas, en medio de un café, le pregunté a unas amigas si su vida había cambiado con la llegada de sus hijos y esto fue lo que me contestaron:
“24 de diciembre de 2004, esa fecha marca un “antes y un después” en mi vida y la de mi esposo, ya que nació nuestro primer hijo Mauro. Ya no me imagino la vida sin ellos. El sentido de responsabilidad y legado es tan fuerte que de manera especial casi todo lo que hago tiene un sentido de influencia, de formación y de construcción”, cuenta Margarita Chaves, madre de Mauro (9 años) y Darío (7 años).
“Al ser mamá definitivamente sí cambia la vida porque ya no pensás solamente en tus cosas, tu trabajo, tus sueños, sino en la responsabilidad que ahora tenés de criar ese ser para que sea una persona de bien”, expresa Laura Carmona madre de Diana (6 años).
“Sí, la vida me cambió y mucho, pero no hay nada que me haga arrepentir de mi decisión de ser mamá. Mi hija me cambió el panorama, soy una mujer mucho más completa con ella a mi lado”. Sugey Monge, madre de Fabiana (2 años).
La psicóloga Sharlim Salazar confirma el sentimiento de Margarita, Laura y Sugey, en donde explica que el ejercicio de la maternidad plantea un cambio significativo en la vida. Deben adaptarse a la modificación de rutinas con el incremento de demandas desde todas las esferas de su vida y además, la iniciación del nuevo rol de madre. “Sin embargo, sí se requiere de habilidades y recursos para poder adaptarse de la mejor manera sin que exista un desgaste y se pueda vivenciar este nuevo rol de manera satisfactoria”.
Los cambios se dan en todas las esferas de la vida y no solamente en lo laboral, ya que muchas veces podés llegar a exceder los recursos con que contás. A nivel sexual algunas mujeres experimentan cambios físicos posteriores al parto y cambios en la vivencia de la sexualidad ya sea por aspectos fisiológicos, cansancio u otras variables psicológicas. Pero también a nivel social y personal se generan cambios, ya que muchas veces tenés menos tiempo para tus cosas personales, lo cual podría llegar a incrementar los niveles de estrés.
“El involucramiento y amor de mi esposo Rodrigo siempre han sido vitales en las diferentes etapas. Él me devuelve a nuestro tiempo de pareja, a defender mis espacios y hoy ya mis hijos conocen y respetan cuándo y dónde son momentos solo para mamá, solo para papá, de ellos o de todos juntos”, concluye Margarita.
Como respuesta a los cambios que se generan, es imprescindible que la vivencia de esta etapa de adaptación la llevés de la mejor manera para que la convirtás en un evento gratificante y no lo contrario.
Como les decía párrafos mas arriba, mi embarazo vino acompañado de amor y de temor. Hoy 6 años después puedo decirles que ciertamente no tenía idea de lo que se me venía. No tenía idea de la compañera leal que iba a encontrar en mi hija, del amor incondicional que estaba creciendo en mi vientre y de todo lo bueno que iba a encontrar dentro de mi al emprender ese viaje juntas. Ser mamá me cambió la vida indiscutiblemente, pero logré encontrar la medida justa para no dejar de lado a la mujer que siempre he sido y que me gusta seguir siendo, pero mejorada.
Las madres piensan que faltan puestos en el país en donde ellas puedan trabajar jornadas más cortas y que se combinen con el teletrabajo.
Tomá nota
1. Date permiso para experimentar las diferentes sensaciones y emociones que estés enfrentando.
2. Pedí ayuda siempre que lo necesités y debés ser específica en lo que necesitás y en qué momento te resulta más conveniente.
3. Mantené una comunicación asertiva con tu pareja y familiares, el diálogo abierto y el respeto te facilita la organización y la adaptación.
4. Incorporá hábitos de vida saludables, tratá de respetar los tiempos de comida, dormí las horas adecuadas y dedicá algunos espacios para la relajación y el ejercicio.
5. Tené una persona de confianza para que podás comunicarle abiertamente tus emociones y pensamientos.
6. No tratés de ser perfecta, es bueno que hagás las cosas de la mejor manera. Si querés hacer siempre todo bajo estándares inalcanzables tendrás un desgaste físico y emocional.
7. Revisá cuáles son tus creencias y pensamientos con respecto a la maternidad, en caso de ser rígidas o que te hagan sentir mal es importante que las revisés con un profesional.
8. Revisá tus derechos como ser humano y estos mismos deben ser respetados en todas las áreas.
9. Recordá que es muy importante el auto cuidado en la salud física y mental. Es muy importante para poder ser un buen cuidador.
10. Si tenés conflictos a nivel de pareja asociados a los procesos de adaptación de la nueva realidad, es importante que dialogués, que busqués acuerdos y compartás las responsabilidades. Y en caso de ser necesario, buscá ayuda de un profesional.
Fuente: Sharlim Salazar, psicóloga clínica y de la Salud de Psicobienestar.
Correo: sharlims@gmail.com Tel.: 8361-9287.