LAS ETAPAS DEL AMOR
Aprovechando que estamos en el mes del amor, vamos a hablar de un tema que es muy real y que todas las que tenemos pareja deberíamos leer con atención. Según los especialistas, el amor pasa por distintas etapas y en la medida en la que estemos atentas a ellas, podemos prever situaciones y salir con una relación fortalecida en lugar de destruida. Yo que ya destruí una, y espero no volver a hacerlo, les recomiendo esta lectura.
De modo general se puede describir el ciclo de una pareja de esta forma:
EL FLECHAZO
Es un instante de deslumbramiento, el momento en el que se produce el chispazo y se descubre “la química”. Aunque no conozcamos al otro, proyectamos en él nuestras ilusiones, deseos y fantasías. Nuestra imaginación vuela y no necesariamente coincide con la realidad. Es el momento del imán, la atracción inexplicable hacia el otro.
Nuestra sexualidad y el deseo también acompañan estos vuelos imaginativos. Sentimos mariposas en el estómago ante la inminente presencia de nuestro objeto del deseo, escalofríos, sudor, excitación, nerviosismo y ansias por el contacto físico.
ENAMORAMIENTO
Es la etapa de la pasión amorosa. Dura más que la etapa anterior (aproximadamente 6 meses). Es una fuente de energía e intimidad. Nos vamos conociendo, pasamos mucho tiempo juntos, fluctúan ilusiones y desilusiones, justamente a raíz del proceso de irnos conociendo y saber cómo es el otro de verdad.
Comenzamos a pensar en “nosotros” y a tener la necesidad de proyectos compartidos. En esta etapa la sexualidad está a flor de piel, muy activa, suele haber contacto sexual permanente.
FORMACIÓN DE ESTABILIDAD
Se descubren las posibilidades y límites de la relación, aprendemos a compartir y a conocer a quien nos acompaña. Es una etapa difícil, de adaptación mutua, en la cual el proyecto es consolidar el “nosotros” y aprender a crecer de a dos.
Desde el punto de vista sexual, vamos conociendo qué nos gusta del otro; la relación sexual se va estabilizando y muchas veces disminuye un poco en frecuencia, pero no necesariamente en intensidad. El grado de intimidad se incrementa por el aumento de la confianza y el conocimiento mutuo.
AFIRMACIÓN
En esta etapa se produce el aprendizaje de la convivencia. Hay que aprender a negociar, a compartir roles, a aceptar las diferencias, a resolver las dificultades y conflictos. Se produce también una lucha por el poder, peleamos por ver quién tiene la razón, quién se somete y quién es sometido.
Es el momento de la formación de la familia, con la llegada de los hijos, lo cual genera un cambio (la primera crisis vital importante y universal) en el sistema familiar formado antes solamente por los integrantes de la pareja. Ahora, hay que adaptarse a los nuevos roles parentales, donde los hijos se interponen y se modifica la intimidad en la pareja.
La sexualidad se condiciona a la presencia de los hijos, tenemos que esperar que se duerman, se vayan a otro lado o dejarlos con alguien para “escaparnos” a estar solos. Los niveles de expresividad sexual deben cambiar para adaptarse a la nueva situación.
LA MITAD DE LA VIDA
Se produce aproximadamente entre los 35 y los 50 años de vida de las personas. En esta etapa nos encontramos en medio de la crisis de pareja con nuestras crisis personales relacionadas e interactuando con las de nuestros hijos (adolescentes), nuestros padres (en su tercera edad) lo cual en ocasiones puede llegar a generar una gran crisis familiar.
Es una etapa difícil, de replanteos y de balances personales y conyugales. Solemos pensar qué proyectos cumplimos y cuáles no. Desde el punto de vista sexual hay rutinas y muchas veces falta de comunicación.
En ocasiones no encontramos en el otro la posible satisfacción de nuestras cambiantes necesidades. Se necesita fortalecer el autoestima y puede buscarse fuera de la pareja lo que no se encuentra en ella.
Es por esto que en esta etapa es cuando se producen en general los mayores índices de infidelidad. Si no prestamos suficiente atención a la satisfacción de necesidades mutuas, puede ser una fase dolorosa.
MADUREZ Y VEJEZ
En este momento, los hijos ya son grandes, se van de la casa y los integrantes de la pareja se quedan nuevamente solos. Se produce en este momento otra de las grandes crisis evolutivas universales en la pareja.
¿Qué sucede con la intimidad, la sexualidad y el amor?
Pueden producirse dos situaciones extremas. En una, se genera un reencuentro: los integrantes de la pareja se vuelven a encontrar (“volvemos a ser novios”) y si está todo bien, se re-eligen, se conquistan nuevamente y reviven juntos situaciones de plenitud (irse de viaje, compartir paseos, estar solos de nuevo), con un resurgimiento sexual que puede ser tanto genital como afectivo.
También, si se lo permiten, hay una liberación en el goce de la sexualidad porque ya no existen barreras como la posibilidad de un embarazo ni la presencia de otras personas (por ejemplo, los hijos) que inhiban la expresividad sexual.
En el segundo caso, puede suceder que se hayan producido crisis accidentales o de cualquier otro tipo y los miembros de la pareja se sienten como dos extraños. No se reconocen ni encuentran de dónde sostenerse para mantener la relación y entonces puede producirse la ruptura.
Cada pareja vive situaciones que las diferencia, pero en muchos casos hay coincidencias y situaciones más o menos universales. Yo de verdad, quiero tener la oportunidad con mi nueva pareja de llegar hasta el final de estas etapas, juntos, viejitos y enamorados como lo estamos en este momento.






