
Amor al primer olfato
Hay hombres que con solo tenerlos cerca, nos erizan la piel. Si se nos acercan, sentimos un no se qué, que nos envuelve y provoca quedarnos cerquita.
No es una casualidad ni calentura, son las feromonas. Nuestro olfato no solo permite percibir olores, también tiene un sentido sexual y animal, es decir, nos hace sentir atraídos por otras personas, provocándonos una especie de amor a primer olfato.
¿Qué son las feromonas?
Feromona se deriva de dos palabras griegas: pherein (transferir) y hormón (excitar). En resumen, las feromonas son sustancias químicas que envían señales de olor subconscientemente a las personas del sexo opuesto que de forma natural disparan los sentimientos de atracción sexual, mejorando la vida sexual. Hasta hace poco se creía que las feromonas eran intrascendentes para el ser humano y que no estaban conectadas con el cerebro, pero investigaciones recientes de la Universidad de Utah, en Salt Lake City, EE.UU, han demostrado que las feromonas también juegan un papel poderoso en la sexualidad humana. Una mujer heterosexual o un hombre homosexual expuestos a la testosterona, hormona sexual masculina, reflejan una respuesta en la parte de su cerebro involucrada en la actividad sexual. Las señales de las feromonas son detectadas a través de un órgano que se encuentra dentro de la nariz y que es llamado Órgano Vomero nasal (OVN). Cuando el OVN detecta la feromona, envía una señal de respuesta sexual al cerebro.
No todo son feromonas
“Lo que atrae y lo que conquista a una mujer o lo que la hace más conquistadora o atractiva, además de las feromonas, son otras variables que quizás tengan incluso más potencia e intensidad que los mensajeros químicos” dice el psicólogo clínico José Álvarez.
Y eso nos hace recordar que claramente nuestra elección de pareja no debería estar condicionada solamente por los impulsos sexuales, cosa que muchos parecer olvidar.
Es nuestra decisión, oler y dejarnos oler. Amor al primer olfato, más que amor, pareciera más bien sexo al primer olfato.