Me enamoré de un gay

En realidad creo que no de uno sino ya de varios, pero recuerdo en especial al primero.

Yo tenía 21 años, estaba ansiosa de enamorarme de alguien y apareció él, no voy a decir el nombre porque es probable que lea esta columna (sí Oscar de usted). Él era el mejor amigo de uno de mis amigos de la universidad (sí Alejandro usted). En un principio me parecía simpático que fuera un romance prolongado. Todos los días almorzábamos juntos, él me cocinaba o yo lo hacía por él, veíamos películas tomados de la mano, nos reíamos todo el día. A mis 21 años con eso me bastaba, un hombre que me dedicara tiempo y me hiciera reír con sus ocurrencias. Todos los días esperaba un beso que nunca llegaba.

Una noche ya pasados de tragos, sucedió, fue maravilloso y luego como a la semana de nuevo. Después se fue alejando poco a poco y con los días me enteré por otra persona (sí Fernán usted), que era gay. Debo decir que me impactó mucho pero a mi autoestima le funcionó, entendí que no era un asunto personal sino de género y me recuperé rápidamente.

Hoy 14 años después, cada día veo a mi alrededor más mujeres confundidas e involucradas en situaciones sentimentales destinadas al fracaso.

Le pregunté al psicólogo Luis Martínez, ¿por qué nos sucede esto?, ¿por qué nos vemos seducidas por el encanto de hombres a los que no les gustan las mujeres?

Esto puede suceder por muchas razones:

1. Porque el hombre no ha externado su preferencia sexual, para decirlo en términos populares, “no ha salido del clóset”. Así que una mujer ve un hombre que físicamente le atrae, se acerca, tienen afinidades, la pasan bien y ella se puede ilusionar.
2. Por transferencia. Ella sabe que él es gay, pero pasan mucho tiempo juntos, se cuentan sus miedos y alegrías. Esta relación tan cercana puede terminar en enamoramiento.

Además, los hombres gay tienen muchas cualidades que resultan muy atractivas para las mujeres (en la gran mayoría de los casos), tales como

• Buenos escuchas.
• Amigos leales.
• Buenos modales.
• Cuidan su apariencia.
• Alta sensibilidad.

Y otras que, en muchas oportunidades, pueden ser percibidos por las mujeres como un buen partido.

¿Pero cómo es posible que las mujeres no perciban que el objeto de su afecto es gay?

Hay que dejar claro que no todo es por como un hombre se ve. Hay hombres que se perciben femeninos pero tienen una preferencia heterosexual. Es decir, que son hombres que parecieran ser homosexuales pero no lo son y hay otros que parecieran ser heterosexuales y no lo son. En ese caso es donde más se puede dar la confusión, un hombre que a simple vista no se ve, habla ni comporta como lo que la sociedad suele interpretar como gay, pero sí lo es.

Luis, el psicólogo, me dejó pensando en las mil posibilidades de situaciones que se pueden dar. Le pregunté a varios de mis amigos gays (si chiquillos ustedes, los guapos de mi oficina), si alguna vez una mujer se había enamorado de ellos y la respuesta de TODOS fue: SÍ.

En algún momento de su vida sintieron que una mujer estaba atraída a ellos, les coquetearon e intentaron llegar a más. Ellos debieron aclarar la situación, no sin antes lograr que esa mujer se fuera un poco con el corazón partido ¿o sería su ego?

¿Y quién dice que un gay no se pueda enamorar de una mujer?

Por supuesto que también se dan casos que hasta han llegado al altar. Experiencias de éxito y fracaso que todos conocemos.

Es difícil no sentirse atraída hacia ese hombre guapo (por lo general lo son), con el que nos reímos, lloramos, cantamos y bailamos (principalmente en El Planchatón del 13). Pero debemos ser realistas, abrir los ojos y la percepción; ellos son nuestros amigos, grandes compañeros del alma, pero no de cama. Una noche escuché a una chica decir: “Me voy a buscar un homosexual activo por ahí”,  no juguemos con fuego.

Finalmente como dice una amiga, todas nos hemos enamorado de un gay: Ricky Martin.