¿Sexo? NO, gracias, acabo de tener un bebé
Yo no sé si a ustedes les pasó; pero a mí no me daban ganas de tener sexo después del nacimiento de Miranda. Estaba cansada de no dormir por las noches y en cuanto tenía unos minutos LIBRES de cambiar pañales, dar lactancia, sacar cólicos o lavar ropa vomitada, lo único que quería era DORMIR, así que en lo que menos podía pensar era en sexo.
La Ginecóloga y Obstetra Laura Fijolek dice que es normal tener una reducción del impulso sexual después de tener a nuestros bebés y que ese sentimiento puede durar MESES (calma, que tiene solución).
¿Por qué sucede?
– Al impulso sexual le toca competir con el cansancio de cuidar un recién nacido.
– En los primeros días y hasta meses después de nacido el bebé, en tu cuerpo siguen sucediendo cambios hormonales importantes que te hacen sentir desequilibrada.
- Podría preocuparte que el coito sea doloroso y para muchas mujeres, los primeros encuentros sexuales después del parto son incómodos.
- Tal vez no te creás tan atractiva como de costumbre. Estos sentimientos podrían tener un fuerte impacto en tu imagen corporal y hacerte sentir menos atractiva y deseable.
- Quizás tengás temor, consciente o inconscientemente, de quedar embarazada nuevamente.
- Desplazás el amor de pareja hacia el bebé. Esto no debería ocurrir. Los amores no tienen que competir. Disfrutá y defendé el amor por cada uno.
Todas las razones son absolutamente válidas, pero –afortunadamente para nuestra relación de pareja– también son solo TEMPORALES.
No podemos permitir bajo ninguna circunstancia que este tiempo se prolongue demasiado y nos aleje. El otro día leí que una de las temporadas más comunes para que un hombre sea infiel a su mujer es en el primer año del bebé.
Así que acá te vamos a dejar algunas recomendaciones para que poco a poco, si es tu caso (porque no a todas les pasa), recuperés el deseo sexual, por el bien de tu relación de pareja y el tuyo, porque no es nada bonito andar asexual por la vida.
– SEAN REALISTAS: Es importante que durante la etapa de embarazo conversen y sepan que el primer año del bebé es desgastante y que juntos deben luchar por salir adelante como pareja y no todo lo contrario.
– PIDAN AYUDA: Sí, así es. De vez en cuando necesitan tener tiempo a solas. Por eso es importante que le pidan colaboración a algún familiar para que cuide al bebé por unas horas y de esta manera ustedes puedan disfrutar una salida, una noche solo para ustedes dos.
– RECUERDEN QUE ESTÁN ENAMORADOS: Las múltiples nuevas labores los pueden hacer olvidar que son dos enamorados viviendo una nueva etapa. No le den todos los besos solo al bebé. Ustedes necesitan seguir conectados y si en las primeras semanas el sexo no será protagonista, los besos y los abrazos sí pueden ser el pan de cada día.
– HABLEN DE OTROS TEMAS: Si bien es cierto el bebé será el foco de las conversaciones diarias, tomen tiempo para hablar de otros temas, como cuando eran novios.
– SÍ AL RAPIDITO: Si se besan diariamente, poco a poco te irán dando ganas de volver a sentir el calor de tu pareja y darle luz roja al sexo de nuevo. Un rapidito en la mañana de pronto te deje con ganas de otro más tarde y otro al día siguiente. Así irás despertando tu sexualidad de nuevo.
– HAGAN UN PACTO: Ajá, puede sonar feo, pero no lo es, porque es una promesa de volver a ser los que fueron. Comprométanse a luchar por recuperar la intimidad. Si no lo decimos y mucho menos lo hacemos, la otra persona y nosotras mismas podemos pensar que la vida sexual ya nunca más volverá a ser la misma.
La vida cambia cuando se tiene un hijo ¡Y MUCHO! Ese primer año es increíble, no dejamos de ver en nuestros bebés el milagro de la vida cada día, pero nos agota, puede sacar lo mejor y lo peor de nosotras.
Hagamos un esfuerzo, el cual se verá recompensado cuando una tarde –mientras el bebé duerme– te descubrás feliz, entrelazada a tu marido volviendo a sentirse conectados espiritual y sexualmente. No menosprecies esa conexión, se puede ser papás y amantes a la vez, por el bien de los tres.
