Hanna Gabriels y su pequeña Mía

Hanna Gabriels es una mamá de estreno. Ella, junto con su esposo, el “Tiquito Vásquez” entró en el mundo bebé hace 6 meses con la llegada de la preciosa Mía. Coordiné una entrevista con ella y su bebita en la recién inaugurada sala de lactancia del Banco Popular.

Ahí la vi llegar, preciosa, con sus tacones altos, haciendo pesas con esa niña que la tiene enamorada de lado a lado. ¿Y cómo no?, si es la que la hace sonreír cada 30 segundos.

Hanna, mostrándonos su lado más maternal, nos dio esta entrevista con Mía dormida en su pecho.

¿Cómo han sido estos 6 meses?

Seis meses de experiencias maravillosas, esperando que Dios nos preste a ambas muchos años de vida para poder seguir disfrutando. Espero poder enseñarle a ella grandes valores. Quiero que sea una mujer de principios, para que ande por la vida haciendo bien y que pueda tener un crecimiento personal grande. Siempre somos seres humanos más felices cuando crecemos en el área personal.

También quisiera prepararla por si algún día yo no estoy, que ella pueda seguir adelante con su vida.

¿Qué ha sido lo más difícil?

Ha sido de nuevo adaptarme a mis horarios, ya que el tiempo no me pertenece. Realmente ha sido difícil acomodarme con los entrenamientos, los compromisos, la universidad. También estoy un poco más desconcentrada por cansancio. La memoria la dejé en la sala de partos. Pero ella no es una bebé difícil. Siempre durmió toda la noche, no llora por nada. Es una niña muy fácil y su actitud es la que hace que para mí sea menos difícil. Siento que he sido mamá toda la vida. Estoy muy cómoda.

¿Qué es lo que más disfrutás?

Me encanta verla despertarse, ese momento en el que abre los ojos. Yo le hablo y ella sonríe inmediatamente. Cuando la voy a bañar, le quito la ropa y en lo que le enseño la tina es otro montón de emoción. Todo la emociona y lo más hermoso es verla sonreír.

Me gusta saber que mi hija tiene la oportunidad de tener el respaldo de una familia.

¿Qué tal la lactancia?

Ha sido sencillo, desde el principio se pegó bien. Yo no le puedo dar mucho tiempo más lactancia, porque quiero pelear pronto. Pero la que creo que va a tener problemas soy yo, la que tengo «tetitis» soy yo. Me encanta ese vínculo de cuando nos vemos a los ojos. Uno se siente afortunado de poder dar lactancia. Esto no tiene precio. Yo creo que yo voy a pelear con esta chiquita pegada al seno y diciéndole al rival: “cuidado me le pega a la carajilla”… jaja y se ríe. Hanna siempre sonríe.

¿Tenés planes para la bebé?

No, eso le corresponde a ella a futuro. Yo le voy a dar un ambiente familiar saludable y con esto no me refiero a la casita de la pradera, sino a ambientes de cortesía, amor, donde coma bien y crezca feliz. Ser mamá de una niña asusta, porque uno ve tantas mujeres que no se valoran y cómo siempre están buscando explotarlas. Yo quiero sabiduría para poder orientarla y hacerla una mujer de bien. Dios nos va a ayudar.

¿Y si ella quisiera ser boxeadora?

¿Quién mejor para enseñarla que el papá y la mamá? Lo que ella decida ser va a tener mi apoyo incondicional. Si no estoy de acuerdo con algo, se lo voy a decir, pero lo que quiero es que ella tenga libertad de ser.

¿Alguien te ha dicho que ya no deberías ser boxeadora?

Sí, claro, en Facebook me han dicho muchas cosas, hasta que he sido una vergüenza y que debería prepararme para las cogidas de café y no para una pelea. Pero bueno, uno se pone a ver quién se lo dice y solo ve ignorancia. Ese tipo de personas no sabe lo hermoso que es dedicarse a lo que a uno le apasiona.

Yo tengo la dicha de levantarme todos los días, ver la cara de esta bebé y luego nos vamos las dos al gimnasio a mi entrenamiento. Quiero que ella vea a una mamá que lucha, que persigue sus sueños. Nada hago con contarle de mis logros pasados. Quiero seguir alcanzando metas y predicar con el ejemplo para que ella luche por las suyas.

¿Cómo quisieras que ella fuera?

Quiero que ella crezca sin complejos. Quiero enseñarla a no darle valor a los comentarios que buscan destruir, que sepa diferenciar entre lo que es de verdad y lo que no. Quiero que hable, que sea inteligente, valiente y luche por lo que quiere.

¿Tu familia ve las peleas?

Mi mamá las ve de espaldas, de a poquitos.

¿Sí la bebé cuando sea grande te dice que ya no quiere que peleés más, qué le contestarías?

Que pelear es mi pasión y que ella debe respetar mis deseos, así como yo voy a respetar lo que ella elija para su vida.