¿Intercambiamos pareja?
En las fantasías de muchas personas se encuentra intercambiar pareja por un rato. Claramente no es intercambiarlas como en el programa de Discovery H&H, para lavar platos y educar niños. El intercambio es con fines sexuales.
Definitivamente ese no es mi caso. Yo juro que no puedo. De solo pensarlo me dan ganas de agarrar del pelo a la que se ofrezca para estar con mi novio. Pero miles, si no es que millones de parejas en el mundo, sí lo hacen. Esas parejas se hacen llamar swingers y en nuestro país tienen sitios perfectamente identificados donde cumplir sus fantasías.
¿Qué significa ser swinger?
“Swinging” por lo regular se refiere a parejas que llevan una relación monógama que deciden participar de relaciones sexuales con otras personas con el consentimiento de ambos miembros de la pareja. Es importante para considerarse un swinger que ambos estén de acuerdo con esa práctica. No tienen que ser casados para considerarse swingers, pero sí estar en una relación exclusiva.
¿Por qué lo hacen?
La mayoría de las veces por cumplir una fantasía. Se tiene la creencia de que es una fantasía recurrente en los hombres; pero no es así, se da en ambos sexos.
¿Hay bares de este tipo en CR?
En San José hay varios. Los más conocidos son: Pareja Total, Donde Carlos y Éxtasis.
¿Qué riesgos existen?
Físicamente existen los riesgos de infecciones de transmisión sexual; por eso el condón es IMPRESCINDIBLE. También existe el riesgo de embarazos no deseados. Emocionalmente, involucrarse en esa práctica requiere estabilidad de la pareja y compromiso. Muchas personas que acceden a esa práctica solo por complacer a su pareja terminan rompiendo su compromiso debido a sentimientos de inseguridad y celos.
¿Cuáles son sus reglas?
Las reglas de cada uno de esos clubes están en Internet, pero la regla principal y común a todos es “no es no”. Así que aún pagando nada dice que irás al lugar y tendrás actividad sexual.
A estos clubes las parejas van y observan, y participan si y solo si quieren. La gran mayoría trata de mantener las reglas, pues entienden que pertenecen a una comunidad y que seguir dichas reglas les ayuda a mantener el grupo y dar continuidad a la práctica.
Algunas de sus reglas son:
* Ambos miembros de la pareja deben estar convencidos del intercambio.
* A nadie se le puede obligar.
* Las dos primeras veces que se asiste a una reunión únicamente es como observadores.
* Cuidar tu identidad tanto como la de tus conocidos entre la comunidad.
* No mencionar que eres swinger a otras parejas que no lo practiquen.
Por lo regular los que se involucran tienden a respetar las reglas para que les permitan regresar.
¿Por qué una pareja buscaría este tipo de actividad?
En teoría, la infidelidad no es parte de la práctica de un swinger. La fidelidad es un concepto relativo a la pareja. Para algunas de ellas el hecho de compartir tiempo, aún sin tener relaciones sexuales, con otra persona es ser infiel. Para otras parejas tener relaciones sexuales sin que haya una relación de intimidad emocional no es ser infiel. Dentro del estándar de nuestra comunidad, las relaciones sexuales con una persona que no es tu pareja es ser infiel, pero si esto es consentido entre ambos sin ningún tipo de coerción, entonces no es una práctica de infidelidad.
¿Qué tipos de intercambios se dan?
Además de la participación activa, los intercambios también permiten el exhibicionismo y el voyeurismo, y tiene dos modalidades de acuerdo con el grado de participación: soft swinging o soft swap –intercambio ligero, que solo permite besos y sexo oral con una tercera o cuarta persona, pero no la penetración– y full swap, subdividido en open y closet dependiendo de si las –en principio cuatro– personas quieren practicar el coito en la misma habitación o sin que les vea su ‘pareja de siempre’
¿Sobrevive una pareja a una experiencia swinger?
Se da el caso de los que sí lo logran y también en el camino se han quedado muchas otras.
En el 2004 el diario The New York Times hizo una publicación de este tema y la Doctora Megan Fleming, psicóloga clínica y terapeuta sexual dijo: «Una fantasía sexual muy ardiente no necesariamente se traduce en algo que se disfruta en la vida real. En una fantasía, uno controla todo lo que sucede. En la realidad, en cambio, no es así».
Creo que no pudo ser más claro el mensaje.
FUENTE: Dra. Carmen G. Valcárcel






