Cumpliendo un sueño: Visitando a las ballenas
Desde hace años venía escuchando de esta maravillosa posibilidad que tenemos en nuestro país de ir a observar a las gigantes del mar. Siempre me encantó la idea y me juraba una y otra vez que algún día lo haría. Por algún extraño motivo, creía que era difícil llegar hasta donde ellas estaban. La realidad es que solo se tarda 3 horas y media desde San José.
Mi tour fue posible gracias a Bahía Aventuras, un excelente grupo con el cual se puede pasear de forma segura y superamigable.
A las 9: 30 de la mañana, el guía turístico, conocido como ‘el guapo’, nos dijo: “¡Vamos a buscar ballenas!”.
Se entra al Parque Nacional Marino Ballena, en la Península de Osa, atravesando inicialmente el pueblito de Uvita. Ese pequeño pueblo respira, vive y prospera gracias al turismo que llega en busca de delfines y ballenas.
La playa es impresionante, hermosa, gigante, con una suave arena dorada que nos acaricia los pies y nos derrite en ese mismo instante. Allí encontramos su famosa “cola de ballena”, la cual es un banco de arena que se conecta a una isla y crea la figura de una cola de ballena.
Con la emoción a tope, un grupo de nacionales y extranjeros subimos a la embarcación, seguros de estar a punto de vivir una experiencia inolvidable. Nos adentramos en el mar y todos los ojos estaban puestos sobre el agua, esperando divisar un “resoplido”. Así nos dijo el guía que se llama el chorro de agua que expulsa la ballena hacia arriba cada vez que respira. Si veíamos un resoplido, estaríamos a punto de ver a la ballena.
Pasó un rato y del resoplido nada de nada; mientras tanto, una hermosa tortuga verde llegó a saludarnos.
Luego el capitán aceleró los motores ante el aviso de ballena en otra zona de la bahía y ahí, con el pelo parado, el viento en la cara y el corazón acelerado nos fuimos a buscarla. Al llegar, varios botes se encontraban en el lugar, se apagaron los motores y nos dispusimos a esperar.
Al lado derecho, una pequeña embarcación tuvo la mejor suerte de todas, una ballena se acercó tanto a ellos que creo que si hubieran querido la hubieran podido tocar. Las mejores fotos del día, la experiencia de vida a poquísimos metros.
Nos explicaron que las ballenas salen a la superficie a respirar, se sumergen y vuelven a salir a los pocos minutos. Son pocos los minutos los que se consumen, porque andan con sus crías y las crías no aguantan mucho tiempo sumergidas. Esas crías son las que juegan con sus madres en nuestras cálidas aguas, las mismas que cada año vendrán huyendo del invierno. Es nuestro país el que usan las gigantes para aparearse y luego volver con los ballenatos. ¡Somos su sitio de veraneo!
Estábamos con el corazón en la boca, la cámara lista y toda la fe puesta en que la ballena se acercaría a nuestro bote en su próximo resoplido, pero no fue así. Nos dio una sorpresa y apareció del otro lado del que la esperábamos, no tan cerca, pero lo suficiente para maravillarnos con ella.
La seguimos por unos minutos y la vimos a la distancia aparecer varias veces. Luego otras se unieron y ya ni sabíamos si era la misma o eran sus amigas de veraneo.
En algún momento tuvimos cuatro a nuestro lado izquierdo, resoplando y mostrándonos sus hermosas jorobas y colas.
Pasamos por Playa Ventanas y observamos las maravillosas cavernas que el tiempo y el agua han creado.
La vegetación, las aves y por supuesto, las ballenas nos han dado un día increíble. Los delfines no se asomaron. Cuando hay ballenas, ellos se retiran un poco, nos explicó el guía.
Llegamos a la playa, que ya no es inmensa. La marea ha cubierto toda la extensa área de arena dorada. La cola de la ballena se encuentra sumergida.
Nuestra aventura llegó a su fin, no sin antes subir a la montaña y observar esa gigante bahía a la que volveré en verano en busca de los delfines.
Esta aventura no se la pueden perder. Aún hay tiempo. Las ballenas del sur, “las chilenas”, estarán acá por unos días más. Luego vendrán en diciembre las ballenitas gringas, las que vienen del norte. Les voy a dejar el contacto de Bahía Aventuras.
Pregunten por ‘el guapo’ y vayan con él y todo el equipo de Bahía Aventuras a darse una vuelta por nuestras exóticas aguas, favoritas de personas y cetáceos.
¿Qué?
Avistamiento de ballenas
¿Dónde?
Parque Nacional Marino Ballena
¿Cuándo?
De agosto hasta octubre y de diciembre a abril
¿Como?
Mi recomendación con Con Bahía Aventura
http://www.bahiaaventuras.com/
Teléfono: 8846-6576 – 2743-8362
