Las mujeres los preferimos caballeros

Hoy cuando entraba a una reunión, un señor mayor me abrió la puerta y dejó pasar primero, algunas veces he tenido que decirle que no al viejito que me quiere ceder su campo en el bus y los piropos más bonitos vienen de hombres ya mayores.

Este tipo de hombre, parece encontrarse solo en los más grandes, en esos que fueron educados para ser caballeros décadas atrás.

Si bien es cierto, los hombres de ahora son mucho más colaboradores en la crianza de los hijos y activos en el hogar, parece que la gran mayoría olvidó los detalles que los hacían tan atractivos para las mujeres: SER CABALLEROS.

Hoy les vamos a recordar, lo mucho que nos gustan los hombres educados, galantes ¿por qué? Porque las mujeres los preferimos caballeros y los queremos de vuelta en nuestra sociedad.

REGLAS BÁSICAS DEL CABALLERO (algunas de ellas)

¡NO TOQUE EL PITO! Por favor no sea como un taxista, que cuando la persona no está en la puerta esperando, toca desesperado el pito. Lo correcto es bajarse y tocar el timbre. Pero bueno, si eso representa mucho esfuerzo, también puede avisar con un mensaje al celular que ya está afuera.

CEDA SU ASIENTO. Sí, ceda su asiento a la compañera de trabajo que se quedó sin silla en la reunión o la viejita del bus o a la prima que llegó tarde a la reunión familiar. Un caballero cede el asiento.

CAMINE DEL LADO EXTERIOR DE LA ACERA. Esto es básico en protección, las mamás lo hacemos con nuestros hijos. La persona que protege, camina del lado de afuera de la acera por si ocurre un problema en la calle.

PREOCÚPESE POR LA SEGURIDAD DE SU PAREJA. Cuando salimos con un prospecto, nos encanta el mensajito preguntando si llegamos bien a la casa. Eso nos hace sentir que se preocupan por nuestra seguridad. Obviamente lo mejor sería que esa persona con la que salimos nos deje en la puerta de nuestro hogar. Pero bueno muchas veces al existir dos carros, uno se va por un lado y otro por otro.

 ¡SALUDE! Cuando esperamos a nuestro prospecto, con otras personas nos encanta que él tenga la educación de saludar a cada persona que está con nosotros. Que vergüenza que llegue, haga un saludo general despreocupado y maleducado.

ABRA LA PUERTA DEL CARRO. Si bien es cierto muchos carros ahora se abren con la alarma, no hay nada más hermoso que un hombre que nos abre la puerta. Leí por ahí que un hombre que abre la puerta del carro es porque o está estrenando carro o está estrenando mujer ¡qué triste!

REGALE FLORES, ESCRIBA CARTAS. Existen hombres que creen que eso de enviar flores o escribir cartas de amor es una muestra de debilidad ¡PARA NADA! Las mujeres amamos a los hombres que no temen mostrar que tan enamorados o interesados están en una mujer.

AYUDE. Nada peor que un hombre que espera que le hagan todo. Ayude en todo lo que pueda desde cambiar una llanta del carro hasta peinar a las niñas para ir al kinder. Ayudar es ser considerado con la persona que tiene a su lado. Eso nos abre el corazón.

PIROPEE. No entiendo en qué momento los piropos dejaron de existir para darle cabida a comentarios vulgares que cambian por completo el sentido. Es mil veces mejor recibir un: “Tan linda como siempre” a un “¡qué rica mami!”. Los piropos son bien recibidos cuando tienen elegancia y admiración. Claro que un “¡qué rica mami!” se puede aceptar pero en contextos más íntimos de pareja ¡no para ligar! Y menos en público.

Hay mil cosas más románticas y bonitas que hacían los hombres de antes para conquistar, que podrían incorporar de nuevo para ganar puntos de más y hacernos sentir felices de haberlos encontrado. Ser galante no es ser un payaso ligador, ser galante es ser un hombre educado que le da su lugar a una mujer. Eso sí caballeros, que no se quede solo en la conquista, los queremos educados y amables siempre. ¡Juntas podemos lograr que los caballeros regresen!

Como madres, eduquemos a nuestros hijos a ser así. Mi novio es un caballero, su madre lo educó muy bien y ahora ella y yo disfrutamos de un hombre amable. ¡hagamos lo mismo!

Yo simplemente soy de esa clase que ya no es muy común en nuestros días, las cartas de amor, el beso en la mano… Bien lo relata Roberto Carlos con esta canción.