Gracias por el piropo

Voy a la fiesta de la empresa y una compañera de trabajo me dice: “Qué linda estás” y yo le contesto: Bueno pues maso menos por que esta espinilla que me salió anoche me mata todo” y ya está la espinilla que ni se veía pasó a ser la protagonista de la conversación y el piropo fue desperdiciado.

Otro día en una reunión familiar una prima me dice: “Que blusa tan linda” y yo le contesto: “Es mas vieja, hasta chanchillos tiene no ves”, adiós blusa linda, ahora eres la ropavejera.

Vivimos echándonos tierra nosotras mismas, no sabemos aceptar un cumplido, en mi caso me saboteo con comentarios que desvían la atención, otras personas devuelven el cumplido y se nota forzado o se ponen rojas, tartamudas y terminan diciendo algo indescifrable para terminar huyendo.

¿Por qué hacemos esto?

Pues muchas veces creemos que es por modestia, pero la modestia en este tipo de situaciones no resulta ser tan buena consejera ya que destruimos algo que podría ser muy bueno para nuestra autoestima.

Claramente tampoco se trata de aceptar el cumplido y seguirla con comentarios como: “Uy sí vieras como me ha costado tener este cuerpo, pero vale la pena por que me siento bellísima” O “Esta blusa es lindísima por que me costó un ojo de la cara, hay que pagar para tener cosas buenas”

Con eso matas el cumplido y te conviertes en la mas arrogante.

¿Entonces que se hace?

Se mira directamente a los ojos de la persona que te dijo el piropo y con una gran sonrisa se dice

“MUCHAS GRACIAS”, se da media vuelta y se siente feliz. ¡ESO ES TODO!

Por favor practiquemos, solo muchas gracias con sonrisa, no hacen falta comentarios auto destructivos, falsos piropos de vuellta, comportamientos de adolescente, ni arrogancias disfrazadas de seguridad, solo “MUCHAS GRACIAS”.