
¡Lavaplatos de mis sueños!
Desde que tengo uso de razón ODIO lavar platos, de adolescente el sueño era que en la casa de mi mamá hubiera un lavaplatos. Ahora de grande me lo quiero comprar. Por eso averigüé qué tan beneficioso resulta comprar uno y me sorprendí de las ventajas que tiene, acá te las comparto por si tenés mi mismo sueño.
El lavaplatos o lavavajillas, como se conoce, se encarga del lavado de la vajilla con un rendimiento altamente eficiente en cuanto a los resultados, consumo de energía y el ahorro de tiempo.
El lavado a mano gasta unos 49 litros de agua, el lavavajillas consume alrededor de 10 litros.
En comparación con el lavado a mano, los lavaplatos consumen 80% menos de agua.
Además, es un gran aliado de la salud ya que si ponemos el agua a una temperatura de 50° o más destruye los gérmenes que se alojan en los platos y así nos protege de las enfermedades mientras que la temperatura de un lavado a mano (45º) no logra eliminarlos por completo.
El lavaplatos elimina las manchas más resistentes como la grasa y restos de alimentos quemados. Además, las ollas, sartenes y cubiertos no se maltratan ni rayan.
Las lavavajillas cuentan con un programa de lavado que se adapta a una variedad de ocasiones que van desde el lavado de platos diario, al lavado en días festivos o reuniones familiares, por eso no será pretexto utilizarla solo en días de muchos platos sucios.
En el mercado hay una amplia variedad de jabones para lavavajillas, como por ejemplo Finish, que incluye ingredientes especialmente formulados para este electrodoméstico.
El rango de precios de los lavaplatos va desde ¢267 000 a ¢342 000, dependiendo del tamaño que tenga cada uno. El más pequeño será el más barato y podés conseguirlos en las tiendas de electrodomésticos donde se distribuya la marca Whirlpool, acá te dejo un link para ayudarte http://www.whirlpool-ca.com/localizador-main.aspx.