Cuando nos sentimos bellas
Hay días que nos sentimos maravillosamente hermosas, esos días en los que pensamos que ojalá tuviéramos una cita, una fiesta o cualquier pretexto para lucirnos. Acá te dejo un recuento de esos momentos en los que yo me siento increíble.
¿Cuáles son los tuyos? Contanos y compartamos como siempre.
1. Cuando nos acabamos de arreglar el cabello: es automático, cabello hermoso viene a ser una inyección de confianza. No es necesario salir del salón para sentir esto, con solo que nos lo lavemos y arreglemos en la casa sentimos que estamos de comercial de champú.
2. Cuando perdemos peso: cuando yo pierdo un kilo me siento como Beyonce, así tenga que perder 15 más. Imagino que igual les debe pasar a las flaquitas que quieren ganar un kilo y lo logran. Una mínima variante en el peso nos hace sentir que tenemos el control sobre nuestro cuerpo y apariencia.
3. Cuando andamos las uñas perfectas: no hay nada más terrible que andar las uñas desastrosas, uno no sabe ni como acomodarlas para que la gente no las vea. En cambio cuando las andamos bonitas, hasta hablar resulta más fácil. Nuestro lenguaje corporal es completamente otro, cuando tenemos la seguridad de mostrar unas manos impecables.
4. Cuando acabamos de tener sexo: oh sí, cuando tenemos sexo espectacular y luego salimos, caminamos con toda la confianza de sabernos deseadas y bien atendidas. Maravilloso ese sentimiento.
5. Cuando tenemos un gran día: esos días en los que en el trabajo logramos hacer un buen negocio o en el estudio tuvimos buenas calificaciones. Esos días nos sentimos poderosas y por ende bellas.
6. Cuando nos ejercitamos: sí, a pesar de que el espejo del gym nos diga que estamos rojas y destartaladas, el sentimiento que nos queda luego de bañarnos es perfecto. Nos sentimos sanas, fuertes y con deseos de seguirlo estando.
7. Cuando nos dicen un buen piropo: estoy hablando de un buen piropo, no de una vulgaridad. Cuando una persona, nos dice que estamos lindas, nos hacen el día. Es bonito saber que alguien nos encuentra atractivas.
8. Cuando nos pintamos los labios de rojo: ya hemos hablado de esto, un labial rojo nos levanta el ánimo, nos hace sentir sexy de un segundo a otro. Si además nos maquilla un experto, nuestra autoestima se eleva al cielo. ¡Que alguien me traiga un fotógrafo por favor!
9. Cuando encontramos un vestido perfecto. Muchas veces andamos en pantalón o con ropa que no nos hace sentir muy especiales. Cuando encontramos un vestido que nos queda perfecto, es como si fuéramos Miss Universo. El poder de un vestido en nuestra autoestima no se debe dejar pasar por alto.
10. Cuando nuestros hijos (o pareja) nos dicen que somos la mejor: no hay momento en el que nos sintamos más poderosas y hermosas que cuando nuestros hijos nos dicen que somos la mejor mamá, la más bella y buena del mundo. Ese señoras y señoritas, es el mejor momento de todos.
Sí, yo sé que las revistas nos suelen decir que siempre debemos sentirnos así, pero la verdad es que es falso que ese sentimiento se conserva 24/7, menos cuando andamos con la menstruación, o nos sale una espinilla en el centro de la nariz. Por eso digo, que hay momentos en especial que los ojitos nos brillan y se nos sale una sonrisa picarona que delata que nos sentimos bellísimas.
