El poder INMENSO de un abrazo
Para mi los abrazos son ricos, me llenan de energía, me hacen sentir querida y me dejan soltar ese cariño y amor a los que aprecio. Algunas personas no los necesitan y les huyen al abrazo. ¿Por qué es así y qué tan necesarios son?
La psicóloga Elizabeth Lombardo nos dice que los abrazos liberan oxitocina, lo que también se conoce como la hormona que hace que te sintás bien. El contacto físico con otras personas puede ayudar a reducir el estrés.
«Abrazar, besar o los actos físicos aumentan los niveles de oxitocina, esta reacción química puede ayudar a reducir la presión arterial, que a su vez reduce el riesgo de enfermedades del corazón y también puede ayudar a reducir estrés y la ansiedad «, dice Lombardo.
Se ha comprobado que las expresiones de afecto, como los abrazos, son acciones necesarias para que niños y jóvenes crezcan emocionalmente y puedan mantener relaciones de confianza, seguridad y respeto con los demás.
Para todas las personas el afecto es importante porque favorece el autoestima, es decir, el valor que cada quien se da y con una autoestima alta, hay menos riesgos y mayor seguridad.
Las relaciones que se establecen con la familia nos permiten aprender a expresar y compartir sentimientos de cariño y afecto, lo cual se refleja en la convivencia con nuestros amigos, amigas y otras personas en la vida adulta.
Un estudio dirigido por Lane Strathearn, una profesora asistente de pediatría en el Baylor College of Medicine, muestra que las mujeres criadas con poco apego son más propensas a tener dificultades para formar relaciones seguras con sus hijos (y socios).
Muchas personas evitan los abrazos porque queda expuesto su ser interior, un abrazo puede sacar todo lo que cargamos por dentro y eso no es algo que haga sentir muy cómodo a algunos. Además, algunos adultos no abrazan porque no les enseñaron a hacerlo, los gestos de cariño se aprenden en la niñez y si no tuvo ese estímulo, de adulto costará ponerlos en práctica.
Pero como todo tiene solución, existe la abrazoterapia. Suena increíble que tenga que hacerse terapia para enseñar a abrazar, pero ya vemos que sí puede ser un problema para muchas personas.
¿En qué se basa la abrazoterapia?
El fundamento científico del alto poder terapéutico del abrazo, queda de manifiesto en el gesto de la madre cuando toma a su hijo en brazos y, al igual que en el alumbramiento o cuando le amamanta, su cerebro se encuentra segregando la maravillosa hormona de la oxitocina, conocida por ser la hormona del «apego». Gracias a ella, el bebé se siente unido a su madre y resguardado de todo peligro. Pero en el acto del abrazo no solamente actúa la oxitocina sino que también, el abrazo activa en el cerebro la liberación de serotonina y dopamina, por lo que resulta fácilmente entendible la razón por la que experimentamos una maravillosa sensación de bienestar, sedación, armonía y plenitud en el momento del abrazo.
El abrazo más que una aptitud es una actitud, una postura ante la vida. Sus beneficios son inmediatos:
-Nos rescatan de la soledad y el aislamiento.No estamos solos.
-Potencian nuestra autoestima.
-Facilitan los desbloqueos físicos y emocionales.
-Nos permiten integrar cuerpo, mente y emociones.
-Fomentan y favorecen la empatía.
-Favorecen la comunicación afectiva con nosotros mismos y con el otro.
-Estimulan la gratitud.
-Despiertan la creatividad.
-Fomentan una actitud proactiva en la vida.
-Conectan con la intuición.
-Devuelven la ilusión, la alegría y el buen humor.
-Brinda reconocimiento y protección a nuestro «niño interior».
Si no se está acostumbrado a abrazar, resulta muy poco placentero; se debe iniciar poco a poco, con abrazos cortos. Lentamente el abrazo se hará más frecuente, para finalmente sentir todos los beneficios que trae.
En diversos centros médicos se utiliza para calmar el dolor, la depresión, la ansiedad y en los bebés prematuros que han tenido que estar en incubadoras para que crezcan saludables.
No subestimemos el gran valor de estrechar a nuestros amigos, familia, seres queridos y todo aquel al que nos provoque abrazar (a mi me encantaría darle un abrazote a Ricky Martin o Adam Levine, ¿cuándo se me irán a cruzar en el camino?)
Voy a terminar este artículo enviándoles a ustedes mis amigas cibernéticas un abrazo de esos grandotes, gracias por leerme cada día yo también siento sus abrazos.
