Un baño que ganó la batalla

En las casas hay habitaciones que delatan el cuidado de sus dueños. Los baños son sin duda uno de ellos.

Un baño limpio, que huele rico y se ve radiante es una verdadera joya para todos. Y no solo es una joya por su apariencia, si no por la tranquilidad de saber que en un sitio en donde se pueden acumular gérmenes y bacterias, se les ganó la batalla.

¿Pero cómo hacerlo?

Es importante prestarle atención a todos los elementos: Tina y ducha: sitio perfecto para acumulación de hongos.

-Sacá todos los envases, cremas y recipientes. No te olvidés de la alfombra antideslizante.

-Enjuagá bien la ducha y/o bañera con agua caliente y quitá los restos de jabón y los cabellos (esto es muy importante para que no tapen el desagüe).

-Aplicá Brasso Antihongos y dejalo reposar por unos minutos. Finalmente enjuagá ¡y listo!

Esta operación podés repetirla en el lavatorio y servicio sanitario.

Con una limpieza profunda semanal basta en un hogar. Lo importante es dejarle el trabajo pesado a un buen limpiador, como lo es Brasso Baños Antihongos con cloro activo, que elimina efectivamente los hongos y moho de forma fácil y rápida, protegiéndonos de los gérmenes y las bacterias.

Lo podés usar en mosaicos, azulejos, pisos, lavatorios, inodoros así como puertas y cortinas de baños. Nuestro baño debe ser una de las partes de la casa a la que más atención debemos prestarle. Dejémosle el trabajito a Brasso Baños Antihongos.