Romance de oficina
Los romances de oficina no suelen ser programados, no nos levantamos un día pensando que como estamos aburridos sería bonito ligarse al morenito de mercadeo o al tímido de informática. No suele suceder así, lo que sí es muy normal es que luego de muchas horas y tareas compartidas, un día de la nada traspasemos los límites de la camaradería y nos perdamos en unos deliciosos besos que ya no se irán de nuestra mente.
¿Y luego qué?
Luego nos descubriremos arreglándonos más de la cuenta por las mañanas, teniendo muchas más ganas de que sea lunes, detestando los viernes y deseando cualquier instante en el que ese compañerito clave sus ojos en nosotras ¡y luego sus manos!
¡PELIGRO, PELIGRO, PELIGROOO!
Oh sí, el terrible zancudo del romance de oficina te picó, en realidad te besuqueó.
¿Y ahora?
Pues si el compañero está en las mismas tuyas, se vienen unos días lindísimos. Muchos más deliciosos besos por todos los rincones, encuentros clandestinos en los baños, mensajes a media tarde, momentos excitantes a las 11 a.m. o a la hora del café ¡emoción donde antes solo había tedio.
¿Y que sigue?
Luego de increíbles momentos que siempre vas a recordar, suelen venirse los días del Apocalipsis.
Independientemente de si están solteros o casados (ese es otro tema), las relaciones con los compañeros de trabajo no suelen tener buen pronóstico.
¿Por qué?
En muchas empresas hay políticas laborales que prohiben este tipo de relaciones. Así que tu empleo estaría en peligro.
2. Si andás con un superior, tus compañeros podrían sentir que están recibiendo menos beneficios y oportunidades en comparación contigo que ahora creen sos la favorita del jefe. Si andás con un subordinado te será difícil ser imparcial.
3. No es posible mantenerlos en secreto, siempre algo los delatará por lo que te convertís en blanco de rumores y chismes de oficina.
4. Tu profesionalismo será cuestionado. Tus subordinados, jefes o compañeros de trabajo no te verán con los mismos ojos si se llegan a enterar.
5. Si se trata de una relación destinada a la clandestinidad, se te puede salir de las manos y herir tus o sus sentimientos. Haciendo insoportable la vida diaria de oficina.
6. Pocas veces un romance de oficina afecta solo a la pareja involucrada: afecta a los colegas, al departamento y a toda la organización, sobre todo si es una relación jerárquica.
Muchas veces iniciamos un romance de oficina como un juego, como algo bonito que nos da una chispa de aventura y termina siendo algo mucho más grande.
También existen casos de parejas que se conocieron en su sitio de trabajo y luego se consolidaron. Bien por ellos, pero la gran mayoría de romances de oficina terminan con despidos, renuncias, chismes y muchos corazones rotos.
Lo peor de todo, es que cuando se acaba, siempre debés verlo al día siguiente y de pronto iniciando un nuevo romance con otra compañera.
Es como una novela, con capítulos diarios donde el odio, la pasión, el suspenso y la intriga están invitados a ser parte de tu vida laboral ¡PASO! Hay muchos peces en el mar, no andés con los del mismo estanque.
