«LA OTRA»

Desde niña he escuchado hablar de “LA OTRA”. Muchos de mis familiares tuvieron una en sus vidas, así que yo escuchaba hablar a las mujeres grandes de la casa de “LA OTRA” con un odio tal que parecía que hablaban del mismo demonio. Me las imaginaba terroríficas, comiendo a pedazos al pobre y asustado hombre.

Con el pasar de los años, fui entendiendo quien era “La otra” y el por que del odio generalizado entre las mujeres.

“La otra” ya no era entonces una fiera come hombres (por lo menos no se los comía como yo lo imaginaba, ni los hombres sufrían ante ella), si no que fácil podía ser mi prima, mi mejor amiga y si yo le hubiera hecho caso a más de un “maridito alegre” que me ha soltado toda la caballeriza en diversas oportunidades, bien pude amanecer un día siendo esa, la que tanto odian.

Ahora, a mis treinta y todos, he conocido historias de historias. Sí, existen mujeres que desarrollan un gusto por lo ajeno, de eso no hay duda. Pero también están las que en un momento de su vida, se vieron enredadas en esta situación sin haberlo planeado.

Si estás a punto de caer, o alguna amiga está en esas, y te identificas por completo cantando «Soy tu amante, la prohibida la que solo es una ráfaga de amor…»  Es momento para recordar por que ser “LA OTRA” es el papel más feo que te tocó representar:

-Recibís migajas: Mientras seas la otra, no podrás estar junto a la persona que amas en sus momentos y tus momentos importantes. Te tocan solo migajas de su tiempo. Si bien esas migajas están llenas de intensidad, no alcanzan para ser feliz en esta vida.

-Olvidate de una familia: Conozco historias de mujeres que fueron amantes de un hombre por los siglos de los siglos. Nunca se volvieron a enamorar y se dedicaron a esperar a que él se pudiera “escapar” a ratitos de su familia oficial. Algunas hasta tuvieron hijos con él, llevando la tristeza a TODOS los miembros de ese hogar incompleto.

-¿Quién sos? Esa pregunta te la harás cada día frente al espejo. ¿Sos una mala persona? ¿Una mujer sin corazón? Muy probablemente no, pero para quien conozca el papel que jugás, serías una cualquiera.

-¿Y el amor propio? ¿No querías lo mejor para tu vida? ¿Te parece justo conformarte con ser la segunda de un hombre que no ha tenido el valor para enfrentar su situación?

-Perdés el chance de conocer a alguien que de verdad te podría dar el lugar y el amor que mereces. Mientras estés enamorada de otro, no podés ver más allá de él.

-Tenés que estar SIEMPRE disponible para él. Los hombres con amantes suelen volverse posesivos y súper celosos con ellas. Tenés que estar siempre para él, aunque él no esté casi nunca para ti.

-Extrañar y fantasear. Te pasarás el día pensando en lo mucho que lo extrañás y lo bonito que sería viajar juntos, dormir juntos, tomarse fotos que poder publicar. Nada de eso es tu realidad.

-Problemas familiares. ¿Y si tu familia se da cuenta? Dependiendo del grado de apertura y confianza que tengás con ellos, la situación puede ser más o menos problemática.

-El que se enamora pierde y esas por nuestra naturaleza, solemos ser nosotras.

La verdad es que ser “LA OTRA” de alguien no es una opción. No es justo para vos, para su esposa ni sus hijos. Yo sé que una cosa es decirlo y otra enfrentarlo y salirse de una relación tempestuosa, llena de falsas promesas, de sexo apasionante y un amor que pareciera real es difícil. El sexo y el amor de telenovela es la parte bonita, pero la realidad es que se vive más en la angustia, la vergüenza y en una vida llena de vacíos. Y eso que no estoy tocando el tema espiritual, ni los valores..¡ESTO PUEDE SER AÚN PEOR!

Yo, la verdad no podría ser «La Otra» no puedo con eso de compartir hombre. Los únicos Ajenos que me gustan son los que cantan Pamela Chú.