Los delfines ticos
Si hay algo que me hace sentir orgullosa, es decir que en nuestro país los delfines no saben lo que es un acuario. En Costa Rica, los delfines nadan y saltan ¡LIBRES Y SEGUROS! en nuestras cálidas aguas y el que se proponga ir a conocerlos, se los va a encontrar sin poner en riesgo la vida de ninguno.
Siempre he amado los delfines y soñado conocerlos. En un principio hice todo mal, me fui a verlos en Sea World en una piscina, en el zoológico de Madrid me fotografié con uno que parecía disecado el pobre, inmóvil para la fila que esperaba fotografiarse junto a a él. En Varadero, Cuba tuve un encuentro cercano con varios de ellos que me tiraron por el aire y nadé agarrada a sus aletas, pero siempre me quedaba el sin sabor de verlos obedecer órdenes. Quería verlos en libertad, y la tenía fácil, no tendría que haber salido del país.
La semana pasada mis amigos de Bahía Aventuras, nos llevaron a mi hija y a mi en uno de sus botes a buscar delfines en el Parque Marino Ballena, en Uvita de Osa.
Yo con toda la confianza del mundo llevé a mi pequeña hija, por que ya conocía las embarcaciones de Bahía Aventuras y sabía que con ellos estábamos protegidas.
A las 8 de la mañana ya nos habíamos tomado la pastillita para no marearnos, teníamos puesto el chaleco salvavidas y nos dirigimos al mar.
Navegar por el Parque Marino Ballena siempre es un placer, pasamos cerca de la conocida y visitada cola de ballena (PRECIOSA, nos la caminamos el día antes y vimos un atardecer rojo espectacular) y entramos con toda la esperanza de encontrarnos con los amados delfines.
Los que tienen por profesión, internarse en esas aguas para cumplir el sueño de quienes viajamos en busca de delfines, ya saben muy bien cuáles sitios suelen frecuentar las familias de delfines para poder observarlos sin dañarlos.
Yo la verdad, en el fondo de mi corazón temía que no los encontráramos, pero no fue así.
Vimos otra embarcación detenida y eso indica que algo encontraron, y ahí de pronto a escasos metros de nosotros una gran familia de delfines nariz de botella se acercaban curiosos a la embarcación. Luego se aproximaron a nosotros.
Nosotras no lo podíamos creer, abríamos los ojos como para no perdernos a uno solo. Gritábamos y señalábamos, tratábamos de fotografiarlos.
En un segundo teníamos a una madre con su cría del lado izquierdo y al derecho otros tres nadando velozmente. Ahora cuando pienso en esa cría, no puedo dejar de pensar en el delfín Argentino que no tuvo tanta suerte.
De pronto se sumergen, dándonos unos minutos para recuperar el aliento. ¡Vuelven a salir! y la algarabía se apodera de todos los que atentos esperamos con la mirada fija en el mar.
Avanzamos, el capitán dice que vamos a buscar otra especie, y uno en realidad quisiera como quedarse ahí por horas, contemplándolos nadar en familia.
Seguimos adelante y el capitán nos hace ver cómo a la distancia se observan un gran grupo de aves pescando y con una gran sonrisa nos informa que ahí definitivamente vamos a encontrar delfines.
Así fue, llegamos a la hora de la cena de las aves conocidas como piqueros Morenos y de los Delfines Manchados del Pacifico.
Delfines por la izquierda, por la derecha, de frente al barco ¡por todo lado! De nuevo las cámaras y la alegría. De nuevo la ilusión, de nuevo delfines en su hábitat natural, alimentándose de su propia cacería, no de un pez que le da un entrenador.
En Costa Rica podemos encontrar 16 especies distintas de delfines en el Oceano Pacífico y 17 en el Caribe. Se concentran en ciertas áreas en específico, según la disponibilidad de recursos que encuentren.
En la zona cercana al parque marino Ballena, Isla del Cano y peninsula de Osa se encuentra las desembocaduras de los rios grande de Terraba y Sierpe que descargan muchos nutrientes al agua y oxígeno creando un sitio ideal para los peces y con esto un sitio ideal para que los Delfines se alimenten.
Desde la creacion del Parque Nacional Marino Ballena, en 1989, se inició con la conservación y protección de los Delfines y Ballenas en Uvita. Con el paso del tiempo el sector turismo y comercio se ha involucrado aún mas en los proyectos de conservacion.
Le pregunto a José David Palacios, Biólogo de la zona, que viaja con nosotras en la embarcación ¿cuántos años vive un delfín? y me dice que en libertad aproximadamente 25 años y en cautiverio mucho menos. Se deprimen, se estresan.
¿Cómo permitir que un mamífero tan hermoso, tan inteligente y tan amistoso sufra encerrado? Lejos de su familia, sin la posibilidad de nadar junto a su cría y pescar por si mismo.
Costa Rica es un paraíso, eso ya lo sabemos, los delfines también lo saben por eso viven acá, por eso saltan en nuestras aguas y nos llenan el espíritu de felicidad con solo observarlos.
No hace falta ir a Cancún, ni a Roatán, ni a ningún otro lado a buscarlos. Los tenemos en casa, a tan solo 3 horas y media de San José. Son residentes, son ticos, los podemos encontrar en cualquier época del año.
Si desean contactar a Bahía Aventuras, lo pueden hacer al 2743 8362, al correo info@bahiaaventuras.com o a su sitio web http://www.bahiaaventuras.com
