Un segundo matrimonio
La gente suele divorciarse y decir: ¡NUNCA MAS ME VUELVO A CASAR!, es más algunos ni divorciados están y ya lo dicen.
Pero la realidad es que una vez superado los primeros huracanes, muy probablemente volvamos a entregar nuestro corazón a alguien mas.
Claro que nos la pensamos y ya no es como la primera vez, nuestra experiencia nos hace estar más alertas, menos fantasiosas y más enfocadas en hacer que la segunda vez funcione.
¡O al menos eso es lo que uno pensaría que debería ser!
Pero al parecer, los segundos matrimonios pueden encontrar pruebas difíciles de superar.
Los consultorios de los terapeutas matrimoniales y psicólogos se encuentran llenos de personas que han fracazado o perdiendo la batalla de su segundo matrimonio por motivos similares a estos:
-Es más complicado: Formar una familia con quien ya viene con hijos y ex maridos o ex esposas, no es tan fácil. Lograr que los tuyos, los míos y los nuestros vivan en armonía en un mismo lugar puede llevar mucho trabajo y algunos no logran superar el reto.
-Comenten los mismos errores: Es muy lógico que quien no hizo introspección en el primer divorcio y no logró ver en qué se equivocó, vuelva a cometer los mismos errores en un segundo matrimonio y obtener los mismos resultados. Es súper necesario ver hacia adentro y solucionar nuestros problemas, antes de volverlo a intentar.
-No supieron esperar: Muchas personas se precipitan a la hora de volverse a casar. Es importante haber superado las heridas y los errores del pasado, antes de volver a decir: acepto. Muchas veces por tema de soledad, la gente se precipita. Los profesionales recomiendan al menos haber superado los 2 años de relación, ya que en los primeros 24 meses estamos en la etapa de la idealización de la pareja y es muy probable que tomemos decisiones que luego cuestionemos.
Mil motivos más pueden hacer que un nuevo matrimonio termine mal, pero no por eso debemos perder la esperanza de que nuestro caso puede ser distinto.
Eso sí, hay cuestiones básicas que debemos tener claras.
– Las diferencias religiosas, morales, ideológicas o de dinero pueden causar graves conflictos. Es necesario estar de acuerdo.
-Es necesario negociar desde el inicio el margen de independencia de cada uno. Especialmente cuando hay hijos del matrimonio anterior y se necesite más espacio para visitas o decisiones.
-El miedo a estar sola, no debería ser lo que te impulse a buscar un nuevo matrimonio. Para ser feliz sola o acompañada tienes que vencer antes tus temores.
-No tropecés con la misma piedra. Si no te gustaba que tu ex fuera fiestero, no te casés con otro igual. Si no te gustaba que tu ex fuera mamitas, no te casés con uno que sabés tiene el mismo problema.
Yo sí creo que un segundo matrimonio pueda ser exitoso, nos llega en una etapa de mayor madurez, la madurez que queda luego de levantarse del desamor y el valle de lágrimas.
Un segundo matrimonio debería llegar con menos fantasía de Cenicienta, pero con más amor real. Un amor que entiende con conocimiento de causa lo que significa decir acepto, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad.
