ESTOY A DIETA ¡Déjenme en paz!

Ponerse a dieta no es una decisión fácil, no es de un día para otro. Para decidir abandonar la vida «normal» y someterse a un esfuerzo por comer más sano  se necesita de un grito desesperado de la pesa del baño, del médico, de la ropa que ya no aguanta tanto estirón o estar muy harta de comentarios como: “Te veo más repuestita” “Qué pochotona estás” o el de alguna tía abuela sin pelos en la lengua que te dice “Necesitás ponerte a dieta, estás gorda”

¡Se acabó! decimos, al carajo todo, necesito bajar de peso. Pero como en la vida nada es fácil, en cuanto logramos convencernos y mentalizarnos con el objetivo de bajar de peso, se nos presentan muchas pruebas por delante.

DÍA 1: Se levanta uno visualizando aquella ropa que hace rato no se pone, desayuna bien, almuerza sanito, hace las meriendas y se toma los 2 litros de agua. Pero en cuanto llega a la casa con el atún en agua en el bolso para la cena, aparece alguien con la caja de donas que hace rato tenías ganas de comerte ¡NOOOOO! hace 24 horas te hubieras comido dos de esas donas seguidas y ahora a conformarse con el olor.

CONSEJO: Mejor ni olerlas. Necesitás llenarte de valor para sobrepasar los primeros días sin echar marcha atrás. Los resultados son hasta más adelante, así que el inicio es el más duro ¡Toca visualizar las donas con candado y acomodadas en la cintura!

FIESTA EN AMÉRICA: Dentro del régimen por bajar de peso, uno sabe que las bebidas alcohólicas entran en restricción, así que mejor uno evita las salidas donde sabe que todo el mundo va a estar tomando y uno babeando. Pero casualmente, por la fecha en la que uno está en esas, ¡HAY FIESTA EN AMÉRICA! todas las fiestas bonitas del año parecen darse justo ahora.

CONSEJO: Buscá la bebida alcohólica con menos calorías y date chance para un par, intercalándolas con agua. Pensá que el alcohol no debe ser quien te arruine la vida social. (Esta parte es la que más me cuesta, voy a la fiesta y me da sueño temprano, después de los tres litros de agua)

EL EJERCICIO: Bien sabe uno que para alcanzar las metas que se puso, el 70% del éxito radica en una buena alimentación y el 30% en el ejercicio. Así que a ponerse las tenis para ayudarle al metabolismo y así ver resultados más rápido.

Basta con que uno se ponga las tenis, para que todo el mundo se convierta en entrenador personal. Qué eso que estás haciendo es muy poco, que debería hacer más, que cuidado y que de fijo lo vas a volver a dejar tirado.

CONSEJO: A palabras necias, oídos sordos, a cada quien el cuerpo y la voluntad le va marcando el ritmo. Lo importante es iniciar e ir viendo resultados. Cuando ya sintás que estás listo para más, buscá asesoría.

LOS BOICOTEADORES: Es muy raro, uno gordo sobra quien le haga bullying, pero decide ponerse a dieta y también sobran los que dicen: “Comete ese taco lleno de salsas, uno igual se muere mañana y no disfrutó”.

CONSEJO: No hagás caso, solo vos sabés lo que costó mentalizarte.

EL DÍA DESPUES DE MAÑANA: De fijo en todo el proceso que estés a dieta, vas a tener alguna recaída. Es normal. No te sintás mal, justo el éxito radica en levantarse y no decir: YA NO SE PUDO y volver a empezar dentro de 6 meses.

CONSEJO: ¡Ánimo! tenemos todo un día nuevo para hacer las cosas bien, es mejor levantarse de la recaída hoy y no dentro de 5 kilos.

Siempre van a haber pruebas, si comés mal o poco, vas a andar con hambre y eso te va a llevar a pecar. Lo mejor es hacer todos los tiempos de comida, es decir: Desayuno, merienda, almuerzo, merienda y cena con un plan alimenticio donde podás consumir proteína, vegetales, frutas, carbohidratos, grasas saludables y lácteos. Lo más aconsejado es que busqués una nutricionista que te ayude con eso.

El primer mes es el más duro por que no hay mucho cambio, pero es justo ahí donde debemos ser más fuertes para dentro de dos meses, ya sentirnos súper motivadas y empezar a ver los ansiados resultados. Cada semana te vas a sentir mejor y te van a hacer menos falta la caja de donas, el helado, los chocolates, las cervezas o cualquiera que sea tu gran tentación. Además podés encontrar versiones menos azucaradas o grasosas de cada uno.  ¡Paciencia y constancia son las palabras claves!

Bajar de peso no es ni remotamente solo por vernos mejor, es todo un compromiso con nuestra salud y eso se traduce en: CALIDAD DE VIDA.

Vale la pena seguir luchado, para estar más tiempo y de mejor manera disfrutando con nuestros seres más queridos. Así que es válido decir: ESTOY A DIETA ¡Déjenme en paz! velar por nuestro bienestar con uñas y dientes es completamente válido.