¡Las nocturnas y yo!

Las toallas nocturnas son una verdadera salvación y no solo para la noche. ¡Yo también las uso de día! ¿Por qué no?

En los dos primeros días a mi me da terror tener un accidente de esos mancha ropa. Yo se que muchas dicen que no hay nada de vergonzoso en que se manche la ropa, pero chiquillas yo no puedo, a mi se me mancha la ropa con regla en mitad de una reunión o la calle y me amarro un sweater a la cintura inmediatamente. ¿Y si no ando que amarrarme?

Un día me ocurrió en mitad de un mall con mi adorado vestido gris, me tocó sentarme en una banquita a esperar que mi novio trajera algo que me ayudara a tapar la mancha. Otra vez sucedió  30 minutos antes de entrar a clases en la Universidad y metida en una presa. En el trabajo, claro que me ha sucedido y siempre de alguna forma uno soluciona, no sin antes pasar el apuro.

Me cansé de esos accidentes menstruales y decidí que las toallas nocturnas y yo íbamos a ser las mejores amigas. Es así, como durante los dos primeros días de mi ciclo las uso de día y noche, ya que es en ese período cuando hay más probabilidades de que un tsunami me ataque de pronto.

Mis favoritas son las Kotex Evolution por que tienen el ancho y el largo perfectos para sentirme protegida sin que sea incómodo, además las compro con alas. También uso las nocturnas cuando ando con la regla (cualquier día de la regla) y se que voy a pasar largo tiempo sin poder ir al baño a “chequear” como por ejemplo cuando tengo una reunión larga, un concierto, un viaje, un trámite que requiere mucho rato. Yo me pongo la nocturna y se que me va a aguantar más tiempo que una regular.

La vida ya tiene suficiente de aventura como para también aventurarme a tener que salir corriendo a buscar ropa para cambiarme en caso de mancha. Son años, viviendo con esa amiga que nos visita cada mes, y aunque aveces nos sorprende con más o menos flujo, más o menos dolores, adelantos o atrasos, ya uno sabe cómo hacerle frente.

Mi receta:  Toallas nocturnas los primeros días, luego se puede cambiar por una regular o un tampón. ¡Ya les perdí el miedo a los tampones y son un amor! pero de eso hablamos otro día.