¡¡¡NO se pregunta!!!

Hay preguntas que definitivamente no se hacen, pero que por supuesto hay un montón de gente en la calle haciéndolas, a veces hasta nosotros mismos…

Veamos algunas:

-¿Cuántas parejas sexuales ha tenido? Eso solo se le contesta al ginecólogo y es raro.

-¿Le puedo dar un beso? ¡Ah pero que tarado! eso no se pregunta. Un beso deseado deja de serlo en el momento en el que le roban la expectativa de ese acercamiento sin permiso.

-¿Con quién dejo al chiquito? Típico del entrometido, ¿para que quieren saber con quién se quedó el niño mientras la madre sale? De fijo no lo dejó con el lobo feroz, ni con Michael Jackson ¿entonces para que preguntan? Es como para que uno se sienta mal por dejarlo un rato para divertirse.

-¿Quiere sexo? ¿Qué? ¿Cómo? Así como quien ofrece un elote en RostiPollos. Al igual que con el beso, no se pregunta, se insinúa, se busca, pero no se pregunta por que pierde el encanto.

-¿Y usted que espera para…..? y acá pueden ser varias las opciones, todas totalmente sin importancia para el que pregunta y totalmente invasoras para el que las recibe. Puede ser:  ¿usted que espera para bajar de peso? ¿usted que espera para buscar un novio? ¿usted que espera para tener un hijo? ¿usted que espera para sacarle provecho a su vida? OH POR DIOS, solo a la mamá o el papá se le contesta cualquiera de estas y eso que contando hasta 10 antes.

¿Usted que espera? NUNCA viene nada bueno cuando una pregunta inicia así.

-¿Cuál ha sido su mejor compañero sexual? Eso ni se lo deben preguntar a uno, ni uno se lo debe preguntar a nadie ¡MENOS a un posible candidato! Luego ¿qué hace uno con esa información? No hay cómo recuperarse del fantasma ese que ocupa el puesto número 1 en las memorias sexuales. Y si esa pregunta sale en conversaciones de amigas, ya les estamos dejando un buen dato para fantasear con el susodicho.

-¿Cuantos años cree que tengo? Oh no, ésta pregunta siempre va a ser causante de polémica. Si le calculan menos, le van a decir ¡oh usted no parece tan vieja! y ya le dijeron vieja a uno. Si le calculan más, ¡PEOR! ¿Para qué exponerse?

-¿Me quieres? Uno sabe cuando lo quieren y cuando no, para que colocarse en esa posición vergonzosa de tener que preguntarlo

-¿Usted cuánto gana? ¿Cómo se puede ser tan atrevido de preguntar eso? El salario es cosa de cada cuál y al único al que se le contesta eso es al banco o a un posible nuevo empleador.

Muchas personas no se sienten cómodas dando su edad y su peso, así que a menos que sea estrictamente necesario, mejor absténgase de hacer ese par de preguntitas.

Hay preguntas que no se hacen, no sea imprudente.