Amor con miedo

Amor con miedo

El año pasado hice una nota en la que describía cómo son los papás de hoy en día, éste año quise que uno de ellos nos contara su experiencia paterna.

Mi amigo Allan, papá de Daniela y Marcelo, me ayudó con este lindo testimonio y ese dibujo increíble que él hizo donde se ve con sus niños ❤️

Amor con miedo, lo tituló.

Daniela tenía 10 minutos de edad cuando me la pusieron en el pecho, abrió un ojito negro y pensé «este es el momento más feliz de mi vida», estuvimos así por más de una hora. Yo ya conocía lo que era el amor a los papás y el amor a la pareja, pero este era un amor nuevo, muy diferente, es un sector nuevo en el corazón que nunca había sido abierto, es amor con miedo, es un área de mi vida donde no hay orgullo ni egoísmo, ni siquiera deseo que ella me ame, yo la amo con tanta intensidad que con eso me basta. Puede sonar exagerado pero desde que ella nació comencé a sufrir con la idea de que algún día se irá de la casa.

Si vieran los cuadros en los que he estado, con mi tamaño bailando y cantando las canciones de princesas Disney y El jardín de los sueños; ustedes se van a burlar de mí pero ya tengo muchas cosas decididas y entre ellas está compartir con ella las canciones del Justin Bieber de turno cuando ella sea adolescente, ¿saben por qué? porque quiero pasarme por el culo toda la programación machista que traigo encima, ella es como un puñado de arena que por más que trate de retenerlo en mi mano se me escapa con cada segundo y de verdad quiero aprovechar este tiempo.

Año y medio más tarde del nacimiento de Daniela mi esposa me dijo que aquel momento tan feliz se me iba a repetir, la emoción fue mayor porque ya sabía a lo que iba, antes no lo sabía. Cada vez que pensaba que iba a kangurear (cuando papá da calor en su pecho a su hijo recién nacido) otra vez me daba una reacción química dentro del pecho que sentía que se me iba a estallar el corazón, nunca había esperado algo con tantas ansias. Pero Marcelo tenía un plan diferente, al segundo de nacer su llanto comenzó a apagarse hasta que dejó de respirar. No creo que muchas personas puedan contar lo que se siente pasar de la alegría absoluta al terror absoluto en un segundo, los doctores inflaban el pecho de mi hijo con una bomba y le hacían maniobras porque no reaccionaba, yo hasta la fecha no puedo recordarlo sin llorar. Gracias a la habilidad de los doctores mi bebé reaccionó, pero esta vez no hubo papá kanguro, hubo incubadora con mascarilla de oxígeno, con él no tuve ese primer momento de transmitirle con mi calor todo lo que sentía por él y de prometerle mil veces al oído que lo amaría hasta el último día de mi vida, no, todo tuvo que ser a través de un cristal, no puedo evitar tener un sentimiento de culpa con él por no haber podido hacer las cosas como las hice con mi hija. A todo el que le haya tocado, como a nosotros, salir del hospital sin su bebé le mando un abrazo, nadie debería pasar por eso.

Ahora ellos tienen 4 y 2 años y puedo decir que tener un hijo no se parece a nada, es un amor que no se puede experimentar de otra manera, ellos trajeron un paquete de sentimientos nuevos entre ellos un miedo nuevo, de solo pensar que algo les pueda pasar la sangre se hace hielo, ¿les ha pasado lo mismo?, me doy cuenta de que en realidad no me preocupaba tanto por mí mismo cuando lo comparo con lo que me preocupo por ellos.

Cuando uno está pasando por un gran problema, que un hijo venga y te abrace es tan poderoso como el abrazo de un mar tranquilo, es una fuerza inexplicable contenida en unos bracitos pequeños. No se, esto es un sedante enamoramiento con un efecto que no pasa. Además, no solo porque ahora debo dar el ejemplo, sino también porque cocino sopas, hago colitas, me he llenado las manos de caca cientos de veces, me doy cuenta de que sin querer ellos me están haciendo una mejor persona, quiero ser mejor en mi trabajo; ser fiel a mi esposa es también una manera de proteger a mi familia, quiero que estén orgullosos de mí. Suena como si yo fuera el papá perfecto, diay… no, muchos errores he cometido con ellos, chapadas y tortas que ni les cuento, esa es una variable que no puedo cambiar, el deseo de ser un buen padre eso sí está; no quiero defraudarlos pero me ayudaría mucho si tuviera claro como ser un buen padre y una buena persona, para ser franco no tengo idea, ¿como hace uno para no transmitirles todo el saco de inseguridades que vienen conmigo?, para algunas cosas intento premeditar lo que voy a hacer, por ejemplo cuando Daniela me traiga a su primer novio ya se cual es la cara que pondré, una cara de amistad y frescura para ocultar que por dentro me estoy derrumbando. Con Marcelo estoy en una constante lucha interna, porque lo besuqueo todo, me como sus pies (aprovecho ahora que es bebé y sus pies no están enormes y malolientes), y le digo que es hermoso pero dentro de mí hay un pequeño cavernícola que me dice que besar a otro hombre es incorrecto, no les miento, yo intento desaparecerlo pero es como perder a un gato así que solo lo ignoro.

Se que no a todos la paternidad les resulta tan maravillosa, tal vez es clave que los hijos lleguen en el momento que deben llegar y no antes, no se, eso lo dirá un experto. Por ahora seguiré disfrutando de sentirme derretido y fortalecido cada vez que ella me dice te amo, cada vez que él me tira un beso. Yo me convertí en papá a los 35 años y me ha ido tan bien que siento que este es el mejor tiempo de mi vida; y con permiso que mi hija está cantando por la casa como siempre y tengo que detener lo que estoy haciendo.

para-lola-2


¡Huggies-100 momentos mágicos te podría llevar a París!
¡Huggies-100 momentos mágicos te podría llevar a París!

Banquete es más que salsa
Banquete es más que salsa

0 pena #SoyUnNuevoCiclo
0 pena #SoyUnNuevoCiclo

¡¡Estamos estrenando masabrazos.cr!!
¡¡Estamos estrenando masabrazos.cr!!