Gerardo, al día de hoy…

Con respecto a las 50 mil informaciones que hemos visto el día de hoy con el caso de Gerardo, solo me queda claro que es necesario esperar. Si algo podemos aprender de todo esto, es que nuestras opiniones están absolutamente influenciadas por lo que va surgiendo y que al final, todo puede cambiar.

A mi parecer, la denuncia que Gerardo hizo, sigue siendo tan válida como el primer día. El acoso callejero nos ha perjudicado a casi todas, y esa voz que alzamos ¡¡¡YA NO SE PUEDE CALLAR!!!

Su situación personal, satanizada y llevada a niveles insospechados de telenovela, son otra cosa.

Falta mucho por saber, pero al calor del asunto, todo se puede enredar ¡AÚN MÁS! de lo que ya está.

Prudencia, revisemos bien las fuentes de las que nos llega la información y cómo nos la presentan.

Ha sido un día duro, nos hacemos mil preguntas y sobran quienes den respuestas acaloradas.
Pase lo que pase, yo a Gerardo le agradezco haber puesto sobre el tapete un tema que aún hoy nos carcome día a día.

Mi pensamiento viaja también en solidaridad con su mamá, su familia y su hijas. Ya han sufrido suficiente, como para que ahora también tengan que enfrentar esto.