¡Mi cabeza no es un basurero!
¿Se han dado cuenta lo mucho que nos afecta el estar todo el dÃa enteradas de las peores noticias del mundo?
Sin querer, sin saber o a veces queriendo y sabiendo nos llenamos la mente de demasiada tristeza, violencia, chismes y negativismo.
¿El resultado? cansancio, desanimo, mal carácter y hasta posibles enfermedades.
¡Yo me harté!  Si bien es cierto, no podemos aislarnos, y hay situaciones que son IMPOSIBLES de no sentirse parte de ellas, hay otras que bien podrÃamos dejar de consumir.
¿Saben qué es lo peor?  que existen sitios, medios y personas encargadas ¡por contrato! de presentarnos el panorama más negativo y violento posible.
¿Por qué lo hacen? por que es lo que más vende, lo que la gente más consume.
¿Cómo puede un cuerpo y una mente estar fresco, sano y con deseos de vivir si lo nutrimos de quejas, insultos, odio, muerte y golpes?
Una muestra fácil, de lo que es amargarse la existencia innecesariamente, es comentar en publicaciones que se caracterizan por contar con públicos violentos, que buscan vÃctimas para atacar.
Los ataques más comunes se dan para quienes defienden la diversidad (vos que sos un playo o una torta), buscan respeto hacia la mujer (feminazi), creen en la defensa con buena educación (¿de qué jugás?) y rematan buscando fotos o publicaciones que no pusimos privadas y que usan en nuestra contra. ¡PONGAN TODO PRIVADO!
Es decir, que nos insultan, violan nuestra intimidad y roban nuestra paz ¡EN GRUPO!
Simplemente no considero que valga la pena exponerse a tanto, no vale la pena amargarse el dÃa, llegar sobresaltado a casa, dormirse con dolor de cabeza y a la larga hasta enfermarse por andar siguiéndole el juego a los que lucran con el dolor ajeno.
Terminamos enojados y desilusionados con los que cometen la atrocidad, los que la publican y los que comentan la publicación. ¡Es una cadena de odio imparable!
No quiero ser parte de eso, no quiero acostarme cada noche sabiendo que mataron, hirieron, robaron, atropellaron o violaron…
Repito: Hay situaciones que son imposibles de ignorar y está bien que las sintamos para que eduquemos a nuestros hijos en la tolerancia y el respeto por la vida y las preferencias de las demás personas, para que estemos alertas de posibles peligros, pero hay otras que no nos edifican, no nos hacen bien y nada logramos con ver cada video, leer cada nueva noticia y pelearnos con el universo entero.
¡NUESTRA CABEZA NO ES UN BASURERO! necesitamos menos tiempo sumergidos en el amarillismo y el morbo y mucho más en contacto con la naturaleza, con  la música que nos hace feliz, con las lecturas que nos ayudan, con la gente que queremos.
Creemos que el mundo nunca ha estado peor y de pronto no sea asÃ, siempre ha existido la maldad, la crueldad, la intolerancia y la injusticia, lo que no habÃa eran tantos medios para ponérnosla en la cara todos los dÃas.
Asà como se ejercita el cuerpo, también debemos hacerlo con la mente. Salgamos de ese mundo en el que sin saber nos tienen consumidas y enfermas tal ves de esa forma, estamos colaborando con cortar la cadena de odio.
