¡No más balas!

Cercano a las celebraciones del día conocido como Orgullo Gay, en Orlando, un fanático disparó en un bar gay. Mató a 50 personas, dejó heridas a decenas y tiñó de sangre el mes de celebración de los derechos de las personas sexualmente diversas.

El odio es el arma más potente para matar, mata despacio o mata rápido y siempre causa un dolor profundo. Pero el odio se combate con amor. Por eso, tras la tristeza de ver a estos jóvenes, con toda su vida por delante, acribillados por el odio, las voces se levantan en el nombre del respeto, la tolerancia y el amor.

Esta fue la voz de mi amigo Warren, quien escribió este llamado al cese de las balas en nuestras vida cotidiana, es un llamado a reflexionar cuántas veces hemos disparado odio a nuestro alrededor, cuántas veces hemos herido; pero sobre todo es un llamado a que también podemos hacer la diferencia, porque cuando se dispara amor, se multiplica, nos hace crecer y abrazar la diferencia.

Les comparto el post y las invito a reflexionar a abrazar la diversidad, a respetar la diferencia y aceptar en su corazón que, bajo este cielo, todos podemos ser diferentes y ¡ESTÁ BIEN!

Como dice mi amigo: ¡No más balas!

Yo recibí muchas balas en el colegio, playo, pajarito, pato, mujercita.

Recibí otros balazos en la calle, adiós papi, ¡uy! vea la loca. En un trabajo un compañero me disparó a quema ropa “maldito maricón” me dijo.

A un amigo lo baleó la mamá echándolo de la casa y a otro un chofer de bus que casi lo tira al suelo mientras se iba bajando y disparó ¡pum!: “maldito playo” dijo.

Así nos balean aquí a cada rato, estas malditas balas no nos han matado todavía y uno aun se siente con agallas de ponerle el pecho a cualquier persona que tire el gatillo: en la trinchera uno camina con la frente en alto, con orgullo. Pero las balas de Orlando mataron a 50 y todas iban cargadas con lo mismo que están cargadas las balas que nos apuntan aquí: el odio. El odio mata de a poquitos o de un solo tiro.

Por eso este Pride es diferente, porque ni usted, ni yo podemos dejar que esas muertes sean en vano. ¡No más odio! ¡No más intolerancia! ¡No más balas!