Retratando al Volcán Turrialba
Un dormilón ancestral despertó y ha tenido la delicadeza de que todos alrededor nos diéramos cuenta. Ceniza, ceniza y más ceniza ha llegado a diferentes partes del país emanada por la actividad volcánica del Turrialba.
El viernes 3 de Junio, por la mañana decidimos ir a presenciar este fenómeno de la naturaleza. Madrugamos, tomamos la autopista Florencio del Castillo, nos desviamos en Taras y empezamos a subir las prósperas y hermosas montañas brumosas, despejadas en las alturas y desde donde se podía ver un Cartago abrazado de nubes.
Llegamos hasta las afueras del Parque Nacional Volcán Irazú y, con la salida del sol, el Turrialba nos saludó con tres erupciones matutinas. La majestuosidad es impresionante, tanta energía, tanto material y tanta fuerza que sale de las entrañas de la tierra. Por supuesto que buscamos un lugar seguro y permitido para hacer las fotos.
Aunque estas erupciones fertilizan la tierra y son un espectáculo natural hermoso, la constante actividad volcánica ha causado graves daños en los alrededores donde el bosque, las plantaciones y los animales, tanto salvajes como el ganado, se han visto afectados. También en la salud de las personas se manifiestan las consecuencias, sobre todo con cuadros de afectaciones respiratorias.
El Volcán Turrialba nos recuerda el respeto y la precaución ante las fuerzas de la naturaleza.
Sigamos las recomendaciones ante la caída de ceniza y los protocolos de emergencia en caso de cualquier eventualidad mayor.
La fuerza de la naturaleza es así, algo que escapa a nuestras manos, más no a nuestros lentes fotográficos. Acá una galería con algunas hermosas fotos del Volcán Turrialba el viernes por la mañana.
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