Italia de mis amores
Desde niña, mi sueño fue viajar a Italia…
Hace 13 años fui y confirmé lo que en estos 6 días pasados me quedó aún más claro.
Italia es ese lugar donde encontramos todo lo bello junto, historia, comida, gente, idioma, arquitectura…bueno al menos para mi, que soy una amante de esta cultura.
En esta oportunidad vine en verano a una playa muy visitada por vacacionistas de todos los rincones del mundo: Lignano Sabbiadoro.
Se estima que la playa recibe cerca de 4.000.000 de visitas al año. Lignano se encuentra en la provincia de Udine, a medio camino entre Venecia y Trieste.
Es una playa gigante, de 8 km de longitud. En ella podemos encontrar todas las facilidades que un turista desea tener a la hora de vacacionar, por lo mismo es tan visitada.
Hoteles, apartamentos en alquiler, casas frente al mar y campings para los que cuentan con sus carros de acampar o tiendas.
El camping Sabbiadoro es increíble, cuenta con piscina, área de lavandería, restaurante, entretenimiento para niños, refrigerador y pequeñas cabañas para alquilar.
La playa de Lignano es como una enorme piscina del mar Adriático. No hay olas, lo que la hace muy conveniente para las familias que viajan con niños.
En una playa repleta de personas, veremos todo tipo de gente. Me llama la atención que los niños andan desnudos y las chicas que así lo deseen toples. Los hombres por lo general usan tanga y si no una pantaloneta corta, que se suben para broncear sus ¡INCREIBLES PIERNAS! qué piernotas he visto chiquillas, ¡qué piernotas!
Los adultos mayores, no parecen serlo en esta parte del mundo. Los trajes de baño de dos piezas, las bicicletas y todo lo que ellos deseen, lo utilizan sin pensarlo. En definitiva, acá los complejos y lo que en nuestro país creemos es destinado solo para cierta edad, no es una limitante para los afortunados viejitos que gozan como adolescentes de todas las opciones.
Pero los días en esta playa no alcanzan para tanta actividad por realizar.
Cercana a la playa, se encuentra la zona del Casco Histórico Peatonal, con incontables sitios donde comer sus deliciosas pizzas, pastas, mariscos y ensaladas, así como disfrutar de los deliciosos gelatos en sus montones de sabores.
Las cervezas, son también un infaltable. Acá cuentan con muchas cervezas alemanas, reconocidas por ser de las mejores del mundo, pero yo quise probar las locales, ellas me acompañaron cada noche en los partidos de la Euro Copa.
Zoológicos, Parques Acuáticos, Parque de Atracciones y numerosas zonas infantiles en la playa, hacen la delicia de los niños que no saben ni cómo distribuir sus días de vacaciones entre tanta oferta.
Los adultos tienen de sobra sitios donde ir a divertirse, luego de ¡TOSTARSE! al sol. Cuando digo tostarse, es súper quemarse ya que de verdad hasta me daba cosa ver cómo se exponen al sol. De ahí el montón de piel envejecida que se ve luego. Debe ser que como pasan tantos meses de invierno, luego quieren consumirse el sol de un solo tirón en el verano.
Como dije al principio, Lignano se encuentra cerca de Venecia, a menos de dos horas de distancia. Así que por supuesto, uno de nuestros días en Italia, lo destinamos a visitar Venecia y Burano.
Venecia está construida sobre un archipiélago de 118 pequeñas islas unidas entre sí por 455 puentes, entre ellas las islas de Murano y Burano.
Llegamos primero a Burano, conocida como “La Ciudad de las casas coloreadas” es tan hermosa, que parece una ciudad pensanda por un grupo de niñas.
Cada casa de un color distinto, con hermosas ventanas adornadas con flores o elementos que las hagan distinguirse unas de otras.
La isla es famosa por la producción de encaje de hilo, por lo tanto encontramos muchos comercios con hermosas blusas y vestidos donde su encaje es su sello personal.
Su campanario inclinado, es también otro de sus atractivos.
Recorremos en el “Vaporetto” los 7 km que distancian Burano de Venecia.
No hay quien lo salve a uno de llevarse la gran impresión que da visitar esta maravilla de lugar, ¡SIN CARROS! donde el medio de transporte no es otro más que las góndolas, las lanchas y todo tipo de embarcaciones.
Caminar por sus delgadas calles, apreciando su magnífica arquitectura llena de tanta historia, nos hace sentir privilegiados en cada paso.
Yo, coleccionado historias junto a las mujeres más importantes de mi vida: Mi madre, mi hermana y mi hija.
La Plaza y la Basílica de San Marcos, nos maravillan al encontrarlos. He conocido muchas iglesias hermosas, pero la de San Marcos nos deja con la boca abierta. (para bien o para mal)
La construcción de la Basílica, que en un principio iba a ser una prolongación del Palacio Ducal, comenzó en el año 828 para albergar el cuerpo de San Marcos traído desde Alejandría.
Aunque la obra actual pertenece básicamente al siglo XI, ha sufrido diferentes alteraciones y modificaciones con el paso del tiempo.
En la Basílica encontraremos el altar de oro y su museo donde las piedras preciosas, el oro y muchas otros tesoros fueron obtenidos tras el saqueo en Constantinopla. (estas son las historias que lo dejan a uno pensando y que por eso les digo que para bien o para mal, uno se queda impresionado).
Luego de fotografiarnos en la Plaza de San Marcos (foto infaltable) almorzamos en alguno de sus múltiples establecimientos.
Es importante saber, que en Europa muchos sitios cobran de más por sentarse o tener servicio de cubertería ¡aunque no lo crean! Así que en Venecia encontraremos opciones para todos los presupuestos, desde comer de pie en una mesita en una de las pequeñas calles que rodean la zona turística, hasta a hacerlo en la misma Plaza de San Marcos con música en vivo y atendidos por elegantes meseros.
A la hora de comprar, en Venecia tenemos muchas opciones de artículos en cuero como bolsos, billeteras, jackets, fajas. Yo me compré un bolso divino y súper barato, como C12.000 uno que allá se bien podría costarme el doble.
También venden muchos adornos y bisutería en vidrio confeccionados en la isla de Murano. Las típicas máscaras del famoso carnaval de Venecia, se encuentran en cada esquina. Algunas listas para ser usadas como adorno y otras en blanco, para que vos misma las decorés.
Pasear en góndola, es uno de los sueños más recurrentes de los que vienen a Italia, pero son muy costosas, eso debés tenerlo claro.
El día se pasa caminando, maravillándonos con cada pequeño o gran descubrimiento. Con el atardecer nos despedimos de este sitio que se queda en la mente para siempre.
Venir a Italia es consentirnos, deleitarnos con su deliciosa comida ¡no hay dieta que valga! observar belleza por doquier, cumplir un sueño una y otra vez, de esos que nos dejan un sabor a gloria en el corazón.
Italia de mis amores, espero que la vida me permita volver muchas veces más..
Si también es tu sueño, ¡lo tenés que cumplir!