¡Qué susto!

¡Me asusta! Hay muchas situaciones y cosas de que asustarse en este mundo extraño en el que estamos viviendo, pero no voy a hablar de delincuencia, sicarios, drogas, ni nada grave, que ya de eso se encargan los noticieros ¡TODOS LOS DÍAS!

Yo quiero hablar de esos sustillos pasajeros que nos ponen el corazón a mil:

-No estar seguras de haber cerrado la puerta del baño: ¡OH POR DIOS! el susto que da estar en el baño y escuchar a alguien tratando de entrar y no recordar si habíamos cerrado o no.

-Ver la polvera nueva rodar por las escaleras: Quebrar maquillaje o perfumes es de las torpezas que más caro nos puede salir. Al juntarlas del piso y comprobar que no pasó nada, nos vuelve el alma al cuerpo.

-Enviar la información al mail o chat equivocado: ¡OH NO! eso puede ser causal de divorcio o despido.

–¡LAS LLAVES! Va uno llegando a la casa, ojalá ya bien tarde por la noche y no encuentra las llaves. Por unos segundos el terror se apodera de nosotras, hasta que al fin nuestros dedos las encuentran.

– ¡EL CARRO! Parquear en un sitio y luego llegar y no encontrar el carro. Suele ser que confundimos el sitio donde creímos haber parqueado. ¡SUSTO GIGANTE!

–¡LA TARJETA! Cuando no encontramos la tarjeta del banco nos entra un pánico que nos puede llevar hasta el punto de cancelarla. La cancelamos y 2 minutos después aparece la susodicha.

–¡EL BEBÉ! Cuando estamos en época de lactancia, muchas veces nos dormimos con el bebé en el pecho y más de un susto nos pegamos.  Por dicha el instinto siempre nos despierta antes de un accidente.

-¡NO ENCONTRAR EL CELULAR! este es un susto diario, todos los días se nos para la peluca por unos segundos mientras buscamos el celular en el bolso. ¡Qué alivio cuando lo encontramos! Perder el celular hoy en día, es de las peores cosas, no solo por el costo del aparato, si no por todo lo que andamos ahí.

-Hacerse una PRUEBA DE EMBARAZO ¡PÁNICO! (tengás o no tengás planeado quedar embarazada)