«Mal cogidaS»
¨Me separé, ya no estoy con mi marido, nos iba mal en todo y ni te cuento de la parte sexual, si teníamos sexo una vez al mes era mucho y además muy malo. No sé lo que es un orgasmo, no entiendo por qué la gente le da tanta importancia al sexo, en mi caso, no sé lo que es disfrutarlo¨ así me dijo una amiga una noche de estas.
Y yo me quedé pensando, en ese término que tanto odio ¨Mal cogida¨ y vi que eso es lo que le había pasado a mi amiga toda la vida. A sus treinta y tantos, no había logrado nunca encontrar placer en el sexo.
Luego recordé, que muchas veces he visto encuestas en las que la gran mayoría de las mujeres dice lo mismo: ¿Cómo se siente un orgasmo? ¿Qué es lo bueno del sexo? ¡HAY MUCHA INSATISFACCIÓN! ¡HAY MUCHAS MAL COGIDAS!
Yo fui una, tuve una época en mis veintes en la que me fue pésimo. Sin darme cuenta, eso influyó en muchas de mis decisiones y no todas fueron las mejores.
Cuando uno no está satisfecho sexualmente, pueden suceder muchas cosas, entre ellas la más probable: ¡INFIDELIDAD!
Algunas personas no llegan a eso, pero entonces cargan con ese pesar, que se manifiesta en mal carácter, infelicidad o bloqueo absoluto a la experiencia sexual positiva.
Poder hablarlo con la pareja, decirle lo que nos pasa, es lo más aconsejado, pero definitivamente muchas no lograrán decirlo. Sentirán que hieren los sentimientos de su pareja y que nada positivo saldrá de eso.
Los sexólogos aconsejan guiar a nuestra pareja, hacerle ver cuáles son las prácticas y los puntos de nuestro cuerpo que más nos excitan. Además, elogiar su desempeño cuando nos complace con lo solicitado, para que así se sienta motivado a repetirlo una y otra vez.
Algunas en lugar de eso ¡¡FINGEN ORGASMOS!! ¿para qué? pues para así terminar rápido y salir de eso. Nada mas errónea que esa medida, así NUNCA conocerán un orgasmo real.
Es decir, que antes de tirar la toalla o resignarte a ser una #forevermalcogida debés dar una lucha inteligente. ¡¡RESIGNARTE JAMÁS!!
Eso sí, debemos tener claro que nuestra satisfacción sexual no solo depende del desempeño de nuestra pareja, muchas veces nosotras mismas nos ponemos barreras y prohibiciones que terminan de echar todo a perder.
Algunas mujeres piensan que disfrutar del sexo, decir lo que les gusta, y buscarlo ¡está mal! ¿¿POR QUÉ?? pues por que seguramente a lo largo de su niñez y adolescencia recibieron mensajes negativos con respecto al disfrute sexual. Muy probablemente creerá que está mal visto pedir más, querer gozarlo a plenitud y entonces se conforman con poco o nada.
Sobra decir, que esa actitud mental, es la primera que hay que vencer y cada una sabrá si puede hacerlo sola o necesita ayuda profesional. Claramente, también hay factores mucho más profundos que son para otra nota.
¿Pero entonces de quién es la culpa?
Habrá casos en los que la culpa será propia, en otros de la pareja y en otros ¡de ambos!
Hacer los cambios, para que AMBOS se sientan felices de la sexualidad compartida, es primordial. ¿Cuántas parejas no habrán terminado por ese factor?
Vale la pena esforzarse, hacer los ajustes para recuperar lo que alguna vez tuvieron o para conocer lo lejos que pueden llegar si lo deciden.
Los sexólogos coinciden en que las personas sienten mayor satisfacción sexual, cuando los encuentros se dan con una pareja a la que se ligan sentimientos de amor. Es decir que si tenés una pareja estable a la que amás y tenés buen sexo, con los años se irá poniendo aún mejor. Si es lo contrario, ya sabés en que va a terminar: Divorcio, infidelidad o resignación.
El Dr. Mauro me había dicho eso mismo en una entrevista que le hice: ¨Los mejores encuentros sexuales se dan en las parejas que ya saben qué, cuándo y dónde le gusta más a su compañera. Ya no hay inhibiciones entre ellos y se dedican a disfrutarse y complacerse¨. Claramente el romance, el cortejo, la creatividad, la novedad y el factor sorpresa siempre serán piezas clave a la hora de crear expectativa en una pareja.
¡¡¡Qué rico que suena eso!!! ¿y saben qué? ES REAL, se los digo con conocimiento de causa.
De mal cogida a volar por las nubes, todo es cuestión de decisión, de no resignarse a sentirse como una planta, de volver a querer ver EL MUNDO DE COLORES.
