
De ángeles e indiferentes
De demonios no vamos a hablar, esos ya los conocemos. Yo hoy quiero que hablemos de esas personas que hacen gran diferencia, con un detalle, un dÃa cualquiera. Asà como también de esos, que con su indiferencia nos dejan pensando en lo mal que están algunos y ni cuenta se dan.
Durante el viaje, vivà muchos momentos muy lindos, pero también cuando se anda en un sitio lejano, donde no se habla la lengua y se vive de una manera muy distinta a la nuestra ¡uno se puede perder!
Perder literalmente, no encontrando una calle o un tren, o perder en conocimiento, es decir ¨estar detrás del palo¨
Ambas me sucedieron en diversas oportunidades y siempre encontré un ángel o un indiferente. El indiferente no pone atención, le vale todo, solo quiere que esa molestia que le está llegando a sus oÃdos, se acabe pronto.
El ángel se toma el tiempo para entender lo que está sucediendo y con más dedicación de la que podrÃamos esperar, nos señala el camino, se asegura de que lo entendamos y si es posible nos acompaña.
Hay ángeles en todo tipo de personas: La de la cafeterÃa, el del aeropuerto, el amigo del amigo de la amiga (ese me salvó), el niño, la cajera, el también turista que comparte el conocimiento.
Hay indiferentes en todo lado, de ellos no será el reino de los cielos jajajajaja pero eso no lo saben, por que están acostumbrados a ser asÃ. Están acostumbrados a no preocuparse más que por sus propios intereses. Ojo que no se les piden grandes cosas, estoy hablando de tan solo dar una dirección CORRECTAMENTE.
Todos tenemos la capacidad de ser ángeles en el momento menos pensando, no dudemos en serlo. No tenemos idea de lo mucho que una pequeña acción, puede ayudar a ese que acude a nosotros.
Se llama ser amable, no todo el mundo sabe ni está interesado en serlo.